Las inmigrantes marroquíes que viven en la Comunitat consideran a las españolas un referente para conseguir la emancipación. En unas jornadas celebradas en Valencia explicaron que sufren una doble discriminación, la del machismo y el rechazo por el desconocimiento de la cultura a la que pertenecen. La Red de Asociaciones del Norte de Marruecos Chabacka y el Foro Alternativo de la Inmigración concluyeron ayer en Valencia unas jornadas en las que han analizado los retos comunes que existen para las sociedades al norte y al sur del Mediterráneo. Uno de ellos es la progresiva emancipación de la mujer en el Magreb y la integración de las inmigrantes en España.


Sanae Raihani, miembro de la Asociación de Inmigrantes Marroquíes Al Amal de Valencia, explicó que su país está atravesando un proceso de transición política y social que incluye el avance hacia la independencia de la mujer, “como ha ocurrido en España en los últimos años”. Esto hace, por ejemplo, que las marroquíes vayan incorporándose a todos los ámbitos sociales y laborales y que vaya aumentando la emigración de mujeres solas, especialmente, procedentes de grandes ciudades como Casablanca, Rabat o Tánger.


A pesar de estos adelantos sociales, todavía llegan muchas mujeres con sus familias. Proceden de zonas menos desarrolladas, de áreas agrícolas, “huyendo de la sequía” del suroeste de Marruecos.


En España, estás últimas mujeres sufren la doble discriminación. Por un lado, está el machismo de unos maridos más tradicionales “que no les permiten tener su propia vida”. El tópico de la sumisión al esposo, que no siempre ocurre en la práctica, también es un problema en la sociedad de acogida.


Tradición y respeto

Por otra parte, “muchas sufren la incomprensión por el desconocimiento y la mujer marroquí puede ser más independiente manteniendo la religión, la cultura y la tradición de las que somos transmisoras”.


Integrantes de asociaciones valencianas, de Larache, de Tánger y de otras ciudades del norte de Marruecos, destacaron durante los talleres de las jornadas que las mujeres inmigrantes deben darse a conocer en la sociedad española.


Las musulmanas, explicaron, experimentan más problemas que otras inmigrantes. “Por ejemplo, la barrera del idioma es importante y para limpiar en casas, por lógica, se prefiere a las latinoamericanas”, según Raihani. También se lamentan “los prejuicios por el velo” y que haya veces “se pida a la mujer que se quite el velo porque piensan que se trata de lago de otros tiempo”.


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