Observadores y gestión de la inmigración. Cinco años de Obiten (Juan Antonio Núñez Rodríguez*)
El Día, 02-12-2006LAS ISLAS CANARIAS, en un pasado, incluso reciente, tierra de emigración, se han convertido en el presente en el lugar de destino de numerosas corrientes inmigratorias procedentes tanto del resto de España como del extranjero. Su mantenimiento y amplificación durante la etapa reciente ha propiciado la modificación del modelo migratorio tradicional.
La complejidad y amplitud de este fenómeno de la inmigración hace que su influencia se proyecte progresivamente en las distintas dimensiones de la realidad de cualquier lugar, puesto que el proceso de integración de sus protagonistas implica una relación directa con el ámbito de la comunidad, el marco educativo, la esfera asistencial y sanitaria, el sector empresarial y la administración pública, entre otros. Cuanto más se conozca esa interacción y las dificultades que puede suscitar, en mejor disposición se estará de resolverlas, e incluso, de adelantarse a su manifestación, con el objetivo de encajar de manera conveniente dicha movilidad, recurriendo a la planificación. Esta preocupación alentó en el año 2001 un acuerdo entre la Universidad de La Laguna y el Cabildo de Tenerife para la creación del Observatorio de la Inmigración de Tenerife (Obiten), en la línea de contribuir a una gestión más adecuada del fenómeno inmigratorio por medio de su conocimiento cualificado.
El proyecto de observatorio supone, por una parte, ahondar en el compromiso de la Universidad con su entorno desde varias perspectivas, optimizando los resultados aplicados de la investigación científica, que con respecto a la inmigración presenta líneas de trabajo de cierta trayectoria impulsadas desde diversas áreas de conocimiento. Por otra parte, responde a la preocupación del Área de Desarrollo Económico del Cabildo de Tenerife ante la intensificación de un fenómeno que también debe tener cumplida respuesta desde la gestión pública. La experiencia compartida está permitiendo ahondar en la colaboración con la Universidad de La Laguna, optimizando su potencial científico y su valor como instrumento de intermediación, convirtiéndose así en una iniciativa original en el marco regional y una de las estructuras de observación pioneras en la escala nacional
Su acción fundamental se ha diversificado hacia la investigación, la difusión del conocimiento y el favorecimiento de la reflexión y el debate. En el primer caso, mediante la realización de proyectos que han propiciado conjugar diversas disciplinas sociales para obtener una visión más amplia de la proyección insular del fenómeno inmigratorio, destacando el estudio integral de la irregularidad en Tenerife, cuyas conclusiones se conocerán en breve plazo. En el segundo caso, a partir de la promoción de una colección propia de publicaciones que pone al alcance de los profesionales, y del conjunto de la sociedad en términos generales, los resultados de la labor científica desarrollada o identificada en su ámbito de actuación; la dimensión intercultural en la formación del profesorado es el tema central del último trabajo. Y, en el tercer caso, convocando de manera periódica a los actores vinculados con las múltiples vertientes del fenómeno para propiciar el diálogo compartido. En este sentido, cabe destacar la celebración de seis jornadas de carácter técnico con amplia concurrencia y destacada participación, estando la última celebrada en estos días, específicamente dedicada a las buenas prácticas para gestionar la inmigración.
El balance realizado después de cinco años de actividad como Obiten ya constituido, más unos breves antecedentes en los que se establecieron las bases de funcionamiento del Observatorio es eminentemente positivo, concluyendo que el marco local es adecuado para profundizar en el conocimiento del fenómeno inmigratorio por diversas razones: ahí es donde se concreta el asentamiento y se proyecta la actividad de los inmigrantes y son más palpables sus efectos en las dimensiones territorial, económica, social, cultural e institucional. En el caso canario, dada su condición archipielágica, la escala insular parece la más propicia para conocer sus particularidades, lo que no es óbice para que puedan desarrollarse instrumentos de alcance regional; éstos promoverán una observación más general del fenómeno, que coadyuve a la fundamentación de políticas más amplias que contemplen la compleja realidad del Archipiélago en su conjunto.
Es hasta cierto punto comprensible que la primera iniciativa de estas características haya surgido en Tenerife, la isla que concentra actualmente el colectivo más numeroso de inmigrantes empadronados, considerando el contexto regional, y un conjunto de personas que permanecen en situación irregular que ha crecido en los últimos años. Recoge la inquietud manifestada en ciertos foros en relación con el desconocimiento de un fenómeno en ascenso en la etapa reciente y que tiene múltiples derivaciones; aquí aparecen las distintas corrientes de inmigración presentes en las Islas y todos los municipios tinerfeños participan en mayor o menor grado de esa movilidad. El Observatorio constituye, entonces, una experiencia perfectamente exportable al resto de espacios insulares del propio Archipiélago, así como a otros territorios que en España podemos encuadrar en la escala local, optimizando los recursos existentes, que en muchos casos desarrollan su actuación de manera aislada. Su proyección exterior vendrá con la realización en Tenerife, próximamente, del primer encuentro de observatorios de las migraciones internacionales, en el que se espera alcanzar un amplio acuerdo para propiciar una red nacional y estable de observación de la inmigración.
*Director Insular de Desarrollo
Económico, Comercio y Empleo
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