Los 15 inmigrantes clandestinos que fueron rescatados el jueves por el “Esperanza del Mar” llegaron ayer al puerto de Gran Canaria. Seis africanos fueron desembarcados en camillas y otros nueve bajaron del buque por sus propios pies. Se investiga si otras 18 personas fallecieron durante la travesía y fueron tiradas al mar.

EFE, Las Palmas

Los quince inmigrantes clandestinos rescatados en alta mar por el buque “Esperanza del Mar” llegaron ayer a Gran Canaria, adonde también fue trasladado el cadáver de otro expedicionario, mientras la Policía investiga si otras 18 personas fallecieron durante la travesía y fueron tiradas al mar.

Los africanos que ocupaban la barquilla señalaron al personal del buque hospital que partieron 34 inmigrantes, reconocieron a Efe fuentes del Ministerio de Trabajo. El coordinador de Cruz Roja en Las Palmas, Alberto Sánchez, explicó que los heridos aseguraron a su llegada que en el cayuco viajaban más personas, aunque no llegaron a concretar cuántas debido al estado de debilidad en el que llegaron seis de ellos.

Fuentes de la Delegación del Gobierno de Canarias agregaron que darán por confirmado el hecho de que 18 personas fallecieron en alta mar cuando acaben las indagaciones que efectúan los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, que en las próximas horas se entrevistarán con los inmigrantes que llegaron en buen estado.

El “Esperanza del Mar” llegó pasadas las ocho de la mañana al Muelle Grande del Puerto de Las Palmas, donde esperaban varias ambulancias con sus camillas desplegadas, así como personal de Cruz Roja y numerosos policías.

Tras una hora fueron desembarcados en camilla seis inmigrantes heridos, mientras nueve bajaron por su propio pie.

Por otro lado, en el día de ayer se conoció que un inmigrante de 34 años fallecido en Fuerteventura hace un mes tras llegar en patera será repatriado a Senegal, informó el cónsul de este país en Las Palmas, Alberto Van Bockel.

El subsahariano arribó en una barquilla a finales de octubre y fue trasladado al hospital, donde días después, el pasado 2 de noviembre, falleció. Un tío de la víctima que vive en Barcelona pudo reunir el dinero suficiente para costear su repatriación a Dakar.