Racismo entre africanos en Canarias

ABC, 02-12-2006

POR ERENA CALVO

LAS PALMAS. Alcanzar «Eldorado» no es fácil. Mucho menos con 15 ó 16 años. Alejados de sus familias, los niños de la emigración clandestina tratan de hacerse hombres a marchas forzadas para satisfacer las demandas familiares. Su entorno ha depositado en ellos todas sus esperanzas; pero todavía son niños. Más de 800 de estos chicos, procedentes de Marruecos y el África subsahariana, permanecen desde hace meses en los centros que el Gobierno canario habilitó a principios de año provisionalmente.

«Podemos acoger a 300 chicos, y hay quinientos más», explican a ABC desde la Consejería de Asuntos Sociales. «Hacemos todo lo que está en nuestras manos; pero obviamente no pueden estar cómodos meses y meses con los recursos de que disponemos». El problema no es sólo de espacio. En los últimos días se han detectado «conflictos» entre los chicos. Al parecer, «los niños marroquíes muestran actitudes algo racistas» y se teme que esta situación «vaya a más».

La titular del área, Marisa Zamora, mostraba esta semana su preocupación al respecto y señalaba que «el perfil de los marroquíes es muy peculiar». Por lo general, son «niños problemáticos por los entornos de los que provienen», apuntan desde la Consejería. Los subsaharianos «pertenecen a entornos familiares definidos, y son muy educados».

Un problema que no sólo se encuentra en los centros, sino que es más bien un reflejo de lo que sucede fuera de éstos. Distintas organizaciones humanitarias han denunciado en reiteradas ocasiones la xenofia registrada en Marruecos hacia colectivos del África negra.

La ruta del Sáhara

«Desde que se incrementaron los controles en Mauritania y Senegal se ha reabierto la ruta del Sáhara, y llegan muchísimos menores; la mayoría de las pateras llegan saturadas de menores», explican preocupados desde la Consejería al tiempo que señalan que la mitad de los menores no acompañados acogidos en la red de la Comunidad son inmigrantes.

«Necesitamos que los centros se vacíen un poco para atender mejor a los chicos». De los cinco centros habilitados con carácter de urgencia sólo uno ha podido ser cerrado, «el que estaba en peores condiciones, pero aún hay chicos durmiendo en campamentos de verano y cada vez hace más frío».

Una de las principales preocupaciones del Gobierno de Canarias es conseguir que el Estado cumpla con el compromiso adquirido hace casi dos meses de repartir entre las distintas Comunidades a los menores que excedan el cupo de 300. «Así conseguiremos algo que ahora es imposible: integrarlos en la sociedad canaria». Por el momento se ha derivado a 104 en mes y medio, y en un principio se preveía cerrar el año con 300 traslados.

Cataluña, Comunidad Valenciana, Ceuta, Castilla la Mancha, Castilla y León, Cantabria, Asturias, Galicia, Aragón y Extremadura son las Comunidades que por ahora han dado el sí quiero a la solidaridad con los menores inmigrantes acogidos en Canarias. Pero «no es suficiente».

Desde el Gobierno regional se culpa del retraso en los traslados al ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, a quien recuerdan que «estamos ante una cuestión muy delicada». Tanto que los pequeños protagonistas de esta historia se encuentran en una tierra extraña, lejos de sus casas, y luchando por labrarse un porvenir incierto a la otra orilla del Atlántico.

La saturación en los centros canarios de menores inmigrantes «está generando conflictos entre niños marroquíes y subsaharianos». Los magrebíes demuestran racismo con sus vecinos negros del sur

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