El Cuerpo Nacional de Policía (CNP) ha detenido en las últimas tres semanas a un total de 11 personas, ocho africanos y tres españoles, como presuntos integrantes de una banda de tráfico de inmigrantes subsaharianos que operaba en Cataluña desde 1998 y de la que contabilizaron unas 200 víctimas de varias comunidades autónomas y de otros países europeos, según informó ayer el CNP.

La investigación, que contó con la colaboración de la comisaría del aeropuerto de El Prat, comenzó el pasado mes de mayo cuando se tuvo constancia de que una organización se dedicaba a traer personas de la zona del Africa subsahariana a España.

Según la investigación, el principal responsable tenía su ámbito de actuación en la comarca del Vallès Oriental y era una persona «muy conocida» entre empresarios y organismos públicos, así como dentro del colectivo de la comunidad de Mali, su país de origen.

La banda pudo llegar a regularizar a decenas de personas no sólo por procesos ordinarios, sino también aprovechando la regularización del año 2000, el proceso de arraigo de 2001 y la normalización de 2005, con el fin de obtener un beneficio económico.

El CNP explicó que si las personas venían en avión debían pagar 3.000 euros a la organización, así como 500 euros por facilitarles el empadronamiento y otros 500 euros por obtener documentos de otras administraciones como el número de asignación a la Seguridad Social.