Marisa Zamora, consejera de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno de Canarias, volvió a mostrar ayer su disconformidad con la extrema situación que se viven en los centros de acogida para menores inmigrantes. Además, la consejera aclaró ayer que en estos espacios habilitados para la retención de jóvenes africanos se están produciendo conflictos con connotaciones racistas, debido al choque cultural que se genera entre los menores marroquíes y los subsaharianos: “Tenemos 175 menores marroquíes con problemas de conflictividad y de xenofobia respecto a los subsaharianos y ya se están produciendo situaciones de tensión en los centros. Nuestra capacidad de acogida e integración es limitada”.

Marisa Zamora también se lamentó de que nuevamente se estén produciendo salidas de pequeñas embarcaciones con relativa frecuencia desde las costas de Marruecos. Además, la consejera alertó de la posibilidad de que el propio Gobierno marroquí esté propiciando la salida de pateras desde las cosas saharauis. Ante esta situación, Zamora insistió en que Canarias debe recibir el apoyo del Estado español y de la Unión Europea: “Se ha abierto otra vez la frontera con Marruecos, que parecía que estaba controlada, y el pasado martes ya surgieron comentarios desde organizaciones no gubernamentales saharauis señalando que las autoridades marroquíes están alentando a gente perseguida políticamente e incluso a jóvenes para que se suban a las pateras y se dirijan a Canarias. Ni Europa ni la comunidad internacional pueden dejar sin ayuda a Canarias y menos si se demuestra que son las autoridades de Marruecos las que están incitando las salidas en pateras”.