El Eustat retrata Euskadi como una sociedad "opulenta" con importantes "desigualdades"

ha aumentado la oferta laboral pero se ha deteriorado la calidad de los empleos

Diario de noticias de Gipuzkoa, 30-11-2006

Se constata una “creciente dificultad” a la hora de acceder a una vivienda pese al notable aumento del parque residencial Se constata una “creciente dificultad” a la hora de acceder a una vivienda pese al notable aumento del parque residencial

Mikel Zurbano y Josu Iradi, durante la presentación del informe.Foto: efe


carlos marcos

Donostia. Guipuzcoanos y vascos viven en una sociedad “relativamente opulenta” que, sin embargo, “todavía presenta síntomas significativos de desigualdad” y a la que todavía le queda “un camino por recorrer para alcanzar estándares de bienestar y cohesión europeos”.

Ésta es la principal conclusión del ambicioso informe socioeconómico correspondiente al año 2006 que ha sido editado coincidiendo con el 20º aniversario del Instituto Vasco de Estadística, Eustat, y en el que se realiza una completa radiografía de la realidad socioeconómica vasca a lo largo de más de medio millar de páginas.

El estudio, que ha sido elaborado por 19 autores, en su mayoría profesores universitarios, fue presentado ayer por el director general del Eustat, Josu Iradi, y uno de sus coordinadores, el profesor Mikel Zurbano, durante un acto celebrado en Bilbao con motivo de este aniversario.

El informe señala que en los últimos años se ha producido una “destacada disminución de las tasas de desempleo, incluso en el contexto de un significativo aumento de la inmigración y la creciente incorporación de la mujer”. Sin embargo, censura que “no se ha avanzado en la calidad del empleo, que se ve deteriorada con la emergencia de un nuevo modelo de relación laboral, temporal, parcial y externo” en detrimento de la relación “típica” que se basaba en contratos indefinidos, a tiempo completo y formando parte de una plantilla laboral estable.

Del mismo modo, se constata que entre los años 1997 y 2001 la renta media personal en la CAV creció “de manera significativa” en torno al 28% y que el peso de sus diferentes componentes se ha mantenido “prácticamente constante”. Sin embargo, se detecta una distribución de la renta “marcadamente desigual, que afecta de forma negativa particularmente a la mujer”.

El estudio también se hace eco del “significativo desarrollo de los sistemas educativo y sanitario” pero constata, a su vez, que en ambos casos “la demanda de recursos derivada del fuerte desarrollo social exceden al crecimiento del gasto en ellos, de manera que se producen ciertos estrangulamientos”, según explicó Zurbano.

Por otra parte, “la mayor inestabilidad de las trayectorias laborales” junto a la “distancia en relación a los indicadores europeos” y las transformaciones de las estructuras sociales y familiares ponen de manifiesto “la necesidad de reforzamiento de la protección social en Euskadi para evitar el deterioro de la cohesión social”.

Precisamente, el estudio destaca que la “fortaleza” de las estructuras familiares ha “compensado” las situaciones de necesidad en casos de desempleo, enfermedad o divorcio, lo que a su vez ha evitado que la pobreza y la exclusión social “no hayan crecido de forma llamativa en los últimos años, algo que sí ha ocurrido en algunos países del norte de Europea”.

VIVIENDA También se advierte de la “creciente dificultad” para acceder a una vivienda, a pesar de que se ha ampliado el parque residencial “de manera muy notable”, lo que constituye a su vez un factor de exclusión social “de primer orden”.

Con respecto a la modernización del tejido productivo, los autores del informe consideran que “ha sido real, pero limitada”. “El cambio estructural es notable debido al proceso de terciarización. Sin embargo, la diversificación intraindustrial, al igual que el avance en los contenidos tecnológicos sectoriales y el aumento del tamaño empresarial han sido más bien reducidos”, apuntó Zurbano.

Con respecto a las políticas de Investigación y Desarrollo (I+D), el estudio destaca que “aunque el esfuerzo de gasto es superior a la media estatal se mantiene aún muy distante de la media de la Unión Europea”, por lo que requiere “un mayor impulso”.

El informe, que se actualiza cada quinquenio, analiza por primera vez la incidencia de la población inmigrante “crecientemente latinoamericana” (representa un 70%) y que se concentra fundamentalmente en áreas urbanas, hasta el punto de que las capitales vascas absorben las dos terceras partes de la inmigración extranjera en la CAV.

En concreto, esta población inmigrante estaba formada por 15.000 personas en 1998, mientras que el pasado año ascendía a cerca de 73.000 personas. Porcentualmente, en diez años ha pasado de representar el 1,5% a acercarse al 5% de la población total de la CAV y, según explicó Zurbano, se trata de un fenómeno “incipiente” y “de amplio recorrido”.

El coordinador del trabajo señaló igualmente que la CAV vive “una creciente interrelación” con su entorno, que se ve reflejada en la “progresiva transnacionalización” de los flujos comerciales, productivos y financieros, así como en una “reciente recepción de flujos de población inmigrante extranjera” que, sin embargo, “genera problemas específicos en el terreno de la integración social”.

Es precisamente en este punto donde se aprecia que la integración social tiene más “luces y sombras” y que, si bien se reconoce que se ha producido “una mejora significativa”, queda “un camino que recorrer para alcanzar los estándares de bienestar y cohesión europeos”.

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