Madrid – Alrededor del 80 por ciento de los universitarios españoles opina
que el Gobierno debería establecer cupos de entrada de inmigrantes, o
permitir su acceso al país, sólo mientras haya puestos de trabajo
disponibles, según los datos de una encuesta presentada ayer por la
Fundación BBVA.
   El estudio, realizado a partir de preguntas a
3.000 universitarios, demuestra que los partidarios de cupos de entrada de
trabajadores son el 36,1 por ciento, mientras que el 44,3 por ciento
aceptaría la llegada de quien quiera «mientras haya puestos de trabajo
disponibles». La proporción que lo considera «muy bien», que actualmente
es del 9 por ciento, ha disminuído dos puntos desde el años 2003.
   Asimismo, se ha reducido considerablemente el nivel de universitarios que
ve «bien» la llegada de extranjeros, que ha pasado del 47,9 por ciento en
2003 al 39 por ciento en 2006, y quienes consideran ahora «mal o muy mal»
la inmigración son el 15 por ciento frente a una tasa de en torno al 12,5
por ciento en 2003.
   Por otro lado, el 53 por ciento de los
estudiantes piensa que la Universidad no prepara adecuadamente para la
vida profesional, y los grupos que menor confianza les merecen son los
religiosos (con 2,7 puntos en una escala de cero a diez), los políticos
(3,5 puntos) y los militares (3,9). Además, no creen necesario casarse
para alcanzar la felicidad, aunque la gran mayoría quiere una pareja
estable e hijos, e ideológicamente se identifican preferentemente con el
centro y la izquierda. El 89 por ciento bebe – aunque sea de forma
esporádica – y el 29 por ciento fuma a diario. Están muy satisfechos con su
carrera, aunque piden mejoras, y el 67 por ciento dice que la ha elegido
por vocación. La mayoría ve el paro como principal problema, pero
considera más urgente que se aborden también asuntos como la vivienda.