El grupo La Canela escenifica en Tolosa la actualidad de Senegal y los cayucos
La directora Analía Sisamón vivió diez meses en aquel país africano y montó allí la obra con artistas locales
Diario Vasco, 30-11-2006SAN SEBASTIÁN. DV. La salida un espectáculo de danza y títeres que cuenta la historia de un niño que deja su pueblo natal para hacer un viaje en cayuco a España. Su creadora, Analía Sisamón, ha vivido diez meses en Senegal para montar el espectáculo. Allí escogió a los tres jovenes artistas senegaleses que la interpretan. Ninguno de ellos había tenido antes contacto con las marionetas.
Komuko, el personaje protagonista de La salida, tiene ocho años y se embarca con sus padres en un peligroso viaje. «Hay un naufragio y se pierde en la naturaleza de los fantasmas, que es un universo fantástico que está debajo del agua», explica Sisamón.
Se cuentan «historias tradicionales africanas de narración oral que, curiosamente, encajan mucho con la temática de la obra». Ir a Senegal, a la propia fuente de donde parten los cayucos, «fue para nutrirnos del intercambio, de trabajar con artistas y materiales del lugar, para estar cerca de donde está pasando todo esto, de la otra parte de ese viaje que vemos en España». Aunque se ha programado en la sección de adultos, La salida es para público infantil a partir de los ocho años «aunque también para todo tipo de público ya que buscamos interesar a todos».
El proceso de creación en Senegal supuso «un aprendizaje para todos, empezando por mi propia adaptación al país, pasando por el idioma o la búsqueda de artistas, contactando con gente, observando cómo trabajan». Puso en marcha un curso «para poder hacer luego un casting con distintos bailarines». Con el equipo ya formado, Analía resume lo que vino después como «hermoso y difícil al mismo tiempo». Lo más complicado fue «la concepción tan diferente que tenemos de los tiempos y de lo que es la responsabilidad o la presión de un trabajo. Nosotros podemos trabajar bajo presión, ellos no lo entienden, no le encuentran sentido».
Los artistas senegaleses escogidos para este montaje «lo tomaron como una posibilidad de aprender algo nuevo porque títeres allí no se ven». No sabe cómo vivieron su iniciativa de ir a Senegal a montar un espectáculo de este tipo. «Creo que a día de hoy todavía sigo sin saber muy bien hasta qué punto entendieron el motivo que me llevó a hacer eso».
Los tres protagonistas son bailarines y su desconocimiento del teatro de títeres no es algo que preocupe a la directora. «Por ejemplo en el espectáculo anterior busqué actrices y tampoco eran titiriteras, estaban más cerca porque lo conocían, pero no lo habían trabajado. Con estos chicos lo que me interesaba era la parte de movimiento que podían traer, su danza, la forma de moverse, de estar en escena, su naturalidad para tratar los objetos. Luego, la manipulación de las marionetas, fue ya aprendizaje y entrenamiento».
Su estancia en Senegal le ha dado información de primera mano sobre lo que empuja a tanta gente a jugarse la vida en la emigración. «No hay futuro y sí muchos hombres jóvenes, fuertes, con ganas de trabajar. No se quieren quedar mirando. Tienen a Occidente absolutamente idealizado y luego se encuentran con una situación que no les gusta».
Analía Sisamón, que había trabajado en su país, Argentina, con Carlos Martínez, al que considera su maestro, fundó La Canela en Sevilla en 2003. La salida se estrenó allí en octubre.
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