SAN SEBASTIÁN. DV. La atención que reciben los menores extranjeros no acompañados que llegan a Gipuzkoa, cuestión polémica durante las últimas semanas, fue debatida ayer en las Juntas Generales. La comparecencia de la diputada foral para los Derechos Humanos, Mari Carmen Marín, fue solicitada por PSE y PP.

Ambos grupos pidieron la presencia de Marín después de la controversia suscitada tras las declaraciones efectuadas el 30 de octubre por la diputada foral en una entrevista publicada por este periódico y la posterior contestación del alcalde de Tolosa.

Marín aseguró que es falso que los menores extranjeros que recalan en Gipuzkoa generen delincuencia. A los pocos días, el alcalde de Tolosa afirmó que los chavales acogidos en el centro de urgencia de su localidad son fuente de graves conflictos. La valoración del alcalde coincide con la de algunos comerciantes de la localidad y la de personas que trabajaron en el centro.

Mari Carmen Marín en su comparecencia explicó que la atención de «todos los menores está garantizada» a través de los proyectos educativos y de los reglamentos internos de los centros. La diputada añadió que los equipos educativos «en función del número de menores acogidos, mantienen un ratio aproximado de un profesional en permanencia por cada cinco menores, disponiendo a su vez de los refuerzos que se necesiten».

Marín explicó que en mayo se diseñó, en colaboración con el departamento de Educación, un sistema para la escolarización de todos los menores extranjeros.

Por lo que se refiere al centro de Tolosa, la diputada indicó que en junio se estableció una mesa de trabajo en la que participan técnicos de la Diputación y del Ayuntamiento, además de responsables de la Policía Municipal, de la comisaría de la Ertzaintza y de dos asociaciones. A su vez, añadió Marín, existe otro grupo de trabajo mas restringido formado por responsables del Ayuntamiento de Tolosa, de la Diputación y del centro de acogida.

Reuniones discretas

Las palabras de la diputada foral no fueron rebatidas ni por la portavoz del PSE ni por la del PP, pese a que ambos grupos solicitaron la comparecencia. Las dos portavoces explicaron que su actitud se justificaba por la necesidad de analizar el tema con discreción. De hecho, Marín mantuvo el 17 de este mes una reunión con los grupos junteros a puerta cerrada. La intención es convocar una al mes.

Los únicos grupos que pidieron explicaciones fueron EB y Aralar. Estos dos partidos solicitaron semanas atrás que una comisión de junteros pudiera visitar el centro de acogida de Tolosa para valorar la situación del mismo.

Patxi Coira (EB) y Rebeka Ubera (Aralar) criticaron que esa petición no hubiera sido incluida en el orden del día de la sesión de ayer. Los dos portavoces solicitaron a la diputada que manifestara su opinión sobre la posibilidad de efectuar la visita.

Mari Carmen Marín no respondió. Ante la insistencia de EB y Aralar en sus respectivos turnos, la presidenta de la comisión, Amaia Larrañaga, zanjó el asunto señalando que la diputada no tenía por qué responder, dado que el tema no estaba incluido en el orden del día. Coira, ante esta situación, pidió explicaciones sobre la razón de la no inclusión, dado que el trámite se había efectuado con tiempo suficiente.

Rebeka Ubera manifestó que los problemas surgidos en el centro de Tolosa «demuestran que hay que revisar el modelo de atención, ya que está claro que no funciona como es debido». La portavoz de Aralar añadió que se debe aplicar un modelo «más personalizado, incrementando el número de educadores y formando plantillas más estables y en condiciones más dignas».

25 plazas

La red foral de asistencia urgente cuenta con 25 plazas, de las cuales 15 están un centro situado en Tolosa y el resto, en una villa de Urnieta.

La Diputación tiene la competencia de atender a estos menores extranjeros que llegan al territorio sin familia y, en la mayoría de los casos, sin papeles. Además, ha anunciado que también se responsabilizará de un número – todavía sin determinar – de menores que han llegado a Canarias en cayucos.

La ocupación de estas plazas suele ser alta, incluso es frecuente que haya más menores acogidos que plazas, por lo que el departamento para los Derechos Humanos, responsable de este servicio, suele recurrir a pensiones y hoteles donde alojar provisionalmente a los menores.

La red de acogida de emergencia se completa con la acogida residencial, con una veintena de pisos y unas 190 plazas, en las que los inmigrantes conviven con menores guipuzcoanos. Este servicio lo gestiona el departamento de Política Social.

Los últimos datos publicados indican que en 2005 fueron atendidos 146 menores en los centros de Tolosa y Urnieta, la mayor parte chicos procedentes de Marruecos (el 69% de los acogidos).