Traían mujeres con cocaína en el estómago y luego las prostituían
La banda, que actuaba en varias pedanías murcianas, contaba con la ayuda de policías de Caracas para pasar los controles y llegar a España
La Verdad, 28-11-2006La Policía Nacional ha desarticulado en Murcia una red de inmigración ilegal colombiana dedicada supuestamente a la trata de blancas y al tráfico de cocaína, que operaba principalmente en las pedanías murcianas de Puente Tocinos, Llano de Brujas y Torreagüera.
La actuación policial, que se saldó con la detención de un matrimonio colombiano, el tío de la mujer y otro individuo de la misma nacionalidad, se enmarca dentro de la denominada Operación Punta Cana desarrollada por la Unidad Contra Redes de Inmigración Ilegal de la Policía Nacional.
Las pesquisas permitieron la desarticulación de dicha red dedicada a la explotación sexual de mujeres colombianas en clubes de alterne de la Región. Estas mujeres eran, además, introducidas ilegalmente en España, vía Venezuela y aprovechando el viaje para introducir, a la vez, cocaína.
Según informaron fuentes policiales, esta organización explotaba sexualmente a las mujeres que cruzaban la frontera española fraudulentamente, portando documentación de viaje previamente falsificada. La organización desarticulada obligaba a las mujeres a saldar la deuda contraída, de 6.000 euros, ejerciendo la prostitución en los clubes.
Colaboración de Caracas
Las mujeres eran traficadas por la organización desde Colombia, cruzando por transporte terrestre hacia Venezuela. Una vez en Caracas, la organización, junto con venezolanos que facilitaban la falsificación de documentos de viaje, y con la colaboración de autoridades y policías destinados en el aeropuerto de Caracas, ayudaban a estas mujeres e individuos a subir en el avión sin controles de salida.
Además de facilitar los preparativos del viaje fraudulento hacia España, esta organización diversificaba su actividad delictiva con el narcotráfico, introduciendo cocaína en el país con la ayuda de boleros de diversas nacionalidades, que viajaban desde Caracas hasta Madrid con sustancias estupefacientes previamente ingeridas, portándolas así en sus estómagos, según fuentes policiales. En algunos casos, incluso, obligaron a las mujeres que introducían ilegalmente a realizar dicha operación.
En el transcurso de la investigación, los agentes detectaron el pase de uno de los boleros de la organización, alertando de ello a la Comisaría del aeropuerto de Barajas, donde fue detenido.
El beneficio de la venta de la cocaína y de la explotación sexual era transferido a Colombia a través de numerosos giros con envíos de miles de euros que, a través de terceras personas, realizaba esta red de inmigración ilegal colombiana.
Este grupo organizado, completamente desarticulado en Murcia, lo formaba una familia colombiana y un individuo colombiano en situación administrativa de irregularidad en España.
De esta forma, el cabeza de familia, Luis Carlos H.C, alias Monge, de 36 años, venía dedicándose también al tráfico de cocaína en las pedanías murcianas de Puente Tocinos y Llano de Brujas, amparándose en la comunidad colombiana de la zona, para no ser delatado y poder continuar con sus ilícitas actividades.
Por su parte, su mujer, Dora V.H, de 29 años, llevaba una vida familiar de lo más normal, sin levantar ningún tipo de sospechas que hicieran pensar que en su casa de Torreagüera se almacenaba la cocaína que distribuían periódicamente en dichas pedanías. El tío de la anterior, Ricardo H.M, alias Tato, de 40 años, se encargaba de contactar con otros narcotraficantes colombianos en Madrid y bajaba la sustancia estupefaciente hasta Murcia en transporte público, para evitar ser interceptado por la Policía.
El cuarto integrante de la red, Ricardo M.P, alias El Rata, sin domicilio fijo, alternaba su residencia entre Madrid y Murcia, según las necesidades de la organización.
Las detenciones se llevaron a cabo en la tarde del pasado viernes, cuando salían del domicilio en Torreagüera, donde reside el clan familiar, interceptando los vehículos que conducían, donde se intervino varias papelinas de cocaína. Después se procedió al registro de la vivienda incautándose dos kilos de cocaína y varios kilos de sustancias químicas que utilizaban para el corte de la cocaína y lograr más dosis para distribuir en el mercado. Además, se intervinieron dos armas de fuego simuladas y una espada de samurai, 4.075 euros en efectivo, cientos de dólares y monedas colombiana y venezolano, dos vehículos de alta gama, una motocicleta Yamaha, doce móviles, un ordenador portátil, y abundante documentación sobre su actividad.
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