LUIS DE VEGA. CORRESPONSAL

RABAT. La salida de embarcaciones cargadas de emigrantes clandestinos desde las playas del Sahara Occidental en dirección a Canarias ha vuelto a vivir el pasado fin de semana un trágico desenlace. Hasta tres naufragios, con un balance de hasta 31 muertos y desaparecidos, podrían haber tenido lugar desde el sábado, según distintas organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación locales consultados por ABC. Las víctimas son, según estas fuentes, todas saharauis.

La Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos Cometidas por el Estado Marroquí informó de un primer balance de 10 muertos, 21 desaparecidos y 13 supervivientes.

El pasado sábado salieron tres pateras del litoral de Bojador, según Brahim Dahane, presidente de esta asociación. En una primera iban 24 personas y 4 lograron sobrevivir; en una segunda iban 20 y sobrevivieron 9. Según el testimonio recogido por Dahane y otros activistas entre los supervivientes hay una tercera embarcación de la que no se tienen noticias.

Los diez cuerpos sin vida que se han recuperado hasta el momento y algunos delos supervivientes heridos fueron trasladados al hospital Belmehdi de El Aaiún, capital del Sahara Occidental. Entre los fallecidos se encuentra, según fuentes cercanas a la familia, Naji Bouhatem, un militante a favor de la independencia de la ex colonia española colaborador de la asociación que preside Dahane.

La ONG Alterforum, de El Aaiún, tenía ayer constancia de un solo naufragio. Uno de sus miembros, Abdelá El Hairach, informó de que habían muerto diez menores de edad. Según la Televisión Regional, que depende de la cadena pública marroquí, los muertos fueron 11, todos «originarios de las provincias del sur», que es como los marroquíes denominan a la ex colonia española.

«Entre una y dos pateras por noche están saliendo de las playas de Bojador llevando a bordo nativos», explica El Hairach, refiriéndose igualmente con el término «nativo» a los saharauis.

El aumento de la represión en los últimos meses de las Fuerzas de Seguridad marroquíes contra saharauis favorables a la independencia ha llevado a muchos de estos ciudadanos a huir embarcándose hacia Canarias. Un buque belga rescató en el Atlántico el 5 de octubre a once náufragos saharauis que se aferraban a los restos semihundidos de su zodiac y que informaron de la desaparición de los otros veinte integrantes de la expedición.

Los saharauis que llegan a las islas ondean a menudo banderas del Frente Polisario, algo que en los últimos días tratan de evitar los agentes de la Guardia Civil. El Gobierno español, ignorando la procedencia de estos inmigrantes, suele devolverlos a Marruecos por la frontera de Melilla, a unos 1.500 kilómetros del Sahara. Muchos de ellos llevan en la patera el libro de familia o el DNI de sus padres, lo que les acredita como hijos de ciudadanos españoles antes de la ocupación del territorio por Marruecos.