Cuatro de cada 10 ingresa menos de 460 euros y cita como causa su situación económica El 42% de las que interrumpieron su embarazo en nuestro país ya lo hizo antes en el suyo MADRID. – Unas siguen con sus sueños de cuna y otras los dejaron al otro lado de la crudelísima mecedora del Estrecho. Cuatro de cada 10 ingresan menos de 460 euros al mes y así van las inmigrantes que interrumpen su embarazo en España, con las entrañas llenas de pobre y cantando las nanas del hambre.

Más de la mitad de las extranjeras que se ven obligadas a abortar en nuestro país está en situación de irregularidad. Si les preguntan por qué decidieron dar el paso, la mayoría (44%) alegará razones económicas.

Lo dice el estudio Consideraciones sobre aborto, anticoncepción y otros aspectos de la salud reproductiva en mujeres inmigrantes presentado ayer en Madrid por la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción voluntaria del embarazo (ACAI).

Durante el último trimestre de 2005, un millar de pacientes venidas de otros países fueron entrevistadas en la treintena de clínicas de la asociación, diseccionaron su periplo vital, hablaron de lo que pudo haber sido y no será y se constató una verdad reveladora y distinta: entre las inmigrantes , el aborto es cosa de sin papeles.

El lado cuantitativo de esta última salida lo conocimos este verano gracias a una estimación de Sanidad, que señaló que entre el 40% y el 50% de las interrupciones deliberadas del embarazo en España se practica a extranjeras. El lado cualitativo lo vislumbramos ahora con ACAI, dibujando los porqués y los cómos.

Saca el trabajo el retrovisor y concluye que el 42,2% de las encuestadas ya abortó antes en alguna otra ocasión, la mayoría en su lugar de origen (una tasa de repetición que duplica la que hay en nuestro país), que una de cada 10 cuenta entre cinco y una decena de abortos previos y que existen casos, contadísimos y dramáticos, de mujeres que lo han hecho hasta en una veintena de ocasiones.

La brutal estadística se explica por la nefasta política en salud reproductiva de algunos países donde el aborto es el único medio anticonceptivo. Así, las rumanas que abortan en España encabezan la lista en reiteración de abortos (2,2 interrupciones previas), seguidas por las africanas (1,67 por mujer) y las asiáticas y latinoamericanas (1,47%).

Antes que la solución final, claro está, vino el planteamiento del problema, entendido como algo inesperado que no se desea. La mitad de las encuestadas afirma que se quedó embarazada porque no utilizó ningún método anticonceptivo, una tasa que entre las españoles se reduce al 22%. Un 18% señala que éste falló y otro 18% reconoce que lo usó mal. Ocho de cada 10 dice ignorar la píldora poscoital.

¿Por dónde allanar el camino? Basta con echar un vistazo al mapamundi para saber por dónde llega el dilema. Según el estudio presentado ayer, el 45% de las inmigrantes que solicita una interrupción de su embarazo es de origen latinoamericano, un porcentaje que dobla al que representan las mujeres de la Europa del Este (28%) y casi triplica al de las mujeres africanas (16%). Toca allanar entonces el camino del sur.