"Es curioso que haya menos inmigrantes en Euskadi que en otras zonas"
Diario de noticias de Gipuzkoa, 27-11-2006“Es curioso que haya menos inmigrantes en Euskadi que en otras zonas”
Joaquín Arango durante una reciente visita a Donostia.Foto: iban aguinaga
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Donostia. Este catedrático en Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense recalca que “pocas cosas hay más demoledoras que el racismo y la xenofobia”. Opina, asimismo, que "la lucha contra la economía sumergida y la búsqueda de la legalidad en las relaciones laborales es uno de los puntos clave para canalizar los flujos de inmigrantes, así como la contratación de más funcionarios que se ocupen de ese aspecto social.
¿Qué opina del fenómeno migratorio en Euskadi?
Sobre todo que es todavía bastante reducido, lo que resulta bastante curioso y merecería una investigación que explicase por qué las tasas de inmigración en Euskadi son más bajas que en otras zonas. Seguro que la explicación en buena parte está en la estructura económica, pero sería imprudente por mi parte lanzarme a dar argumentos que no he estudiado suficientemente. Por otro lado, es evidente que va a crecer y que cabe esperar un aumento sostenido de la inmigración. Hasta ahora, las cosas parecen ir bastante bien visto desde fuera. Esperamos que siga así.
¿Cómo se debería canalizar el flujo de inmigrantes que ha llegado en los últimos años?
Si hay que señalar una clave es la inspección de trabajo, es decir, la lucha contra la economía sumergida y la búsqueda de la legalidad en las relaciones laborales. Esa es la clave. Junto con ello, mejorar el funcionamiento del sistema de admisión. Se ha puesto en funcionamiento uno nuevo desde hace un año y hay que evaluar cómo resulta su aplicación. Creo que es mejor que el anterior porque es más ágil y amplio pero puede tener algún riesgo de fraude, por lo que los mecanismos de vigilancia serían muy importantes. Otro factor fundamental es la administración de la emigración. El número de funcionarios es claramente insuficiente, de ello resultan retrasos, tardanzas y falta de vigilancia y de control para combatir el fraude.
Actualmente, se cuestiona el modelo de admisión de inmigrantes. ¿Son mejores los aplicados en EEUU, Australia o Canadá?
No tengo duda de que los modelos mejores son los de EEUU, Australia, Canadá y Nueva Zelanda porque admiten a muchos, de forma permanente y tienen fácil acceso a la nacionalización. Sin embargo, son sociedades tan diferentes que es difícil pensar en la aplicación de un modelo canadiense o australiano. Ellos tienen más facilidad de control de flujos por razones geográficas, y eso facilita la tarea. Además, son sociedades históricamente diferentes. El sistema de admisión actual en España podría estar bien siempre que contase con los medios necesarios. Creo que otra gran prioridad es desarrollar mecanismos de lucha contra la discriminación, especializados y eficaces. Con ello, podríamos darnos con un canto en los dientes
¿Qué consecuencias ha conllevado el control migratorio?
Los aplicados en el Estrecho de Gibraltar y en las cercanías de Canarias han mostrado eficacia en sí mismos porque han limitado mucho los tráficos irregulares en esas zonas, pero, como suele ocurrir, han tenido como consecuencia un desplazamiento de esos tráficos a otras zonas más peligrosas y más costosas, lo que pone de manifiesto que los medios de control por sí solos nunca son la solución aunque haya que ponerlos en práctica.
¿Por qué hay tantas reticencias sociales a recibir inmigrantes?
No sabemos mucho de eso. Nos guiamos sólo por encuestas en las que se dice que hay muchos inmigrantes, pero no tenemos muchos indicios. En este sentido, la política antidiscriminación es clave, así como el desarrollo de las políticas de integración que impulsan gobiernos autónomos y ayuntamientos. Pocas cosas hay más demoledoras que el racismo y la xenofobia y las desventajas que resultan de esto. El estadio decisivo para el buen funcionamiento de la sociedad diversa sería la construcción de un nosotros compartido, del que se sientan parte los venidos de fuera y del que los autóctonos sintamos que formamos parte de los venidos de fuera. Eso requiere la plena aceptación de la diversidad de la sociedad.
¿Deberían ponerse en marcha medidas para fomentar la multiculturalidad?
No conviene poner demasiado el acento en las dimensiones culturales. Hay otras premisas más importantes. Por un lado las políticas de extensión de derechos, de ciudadanía, de seguridad en la residencia, en definitiva, de plenitud de derechos. Hay que promover el acceso de los inmigrantes a las condiciones de vida que les permitan plenas oportunidades para el desenvolvimiento en la sociedad, como el empleo, la educación, el acceso total a los servicios sociales o a la vivienda.
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