Cerca de 15.000 ecuatorianos acuden a votar a Murcia en una jornada tranquila y sin el caos de la primera vuelta
El dispositivo coordinado por la Delegación del Gobierno evitó colas y masificación El miedo a que se repitiesen los incidentes de octubre dejó en casa a muchos votantes
La Verdad, 27-11-2006J. PÉREZ PARRA/MURCIA
Esta vez sí. Ni avalanchas, ni colas kilométricas, ni incidentes de ningún tipo. La segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Ecuador acercó ayer a los dos colegios electorales habilitados en el campus de Espinardo a cerca de 15.000 inmigrantes que pudieron disfrutar de una jornada tranquila y cívica. La estampa fue completamente distinta a la que se vivió en La Fica durante la primera vuelta, en octubre, cuando 30 personas tuvieron que ser atendidas por contusiones, caídas y ataques de ansiedad. Unos incidentes que provocaron una agria polémica y que estuvieron motivados por la aglomeración de hasta 30.000 personas en las cercanías de un edificio – cedido por el Ayuntamiento de Murcia al consulado de Ecuador – que carecía de unas mínimas condiciones de seguridad y accesibilidad.
Un dispositivo especial dirigido por la Delegación del Gobierno en coordinación con el consulado, Protección Civil, Policía Local y Universidad de Murcia permitió que ayer las cosas fueran muy distintas. En esta ocasión sí hubo vallas protectoras, los electores fueron divididos en dos aularios distintos – uno para hombres y otro para mujeres – y un hospital de campaña con tres ambulancias y catorce voluntarios se situó en el campus como medida de prevención. Los servicios médicos sólo tuvieron que intervenir en dos ocasiones: cuando un votante se encontró indispuesto por una gripe y cuando otro inmigrante requirió su ayuda por un dolor de cabeza. Además, esta vez sí hubo urinarios. Cerca de 500 personas, entre voluntarios del consulado y de Protección Civil, policías nacionales y locales, Guardia Civil, guardias de seguridad privada y miembros de las mesas electorales velaron por la tranquilidad de la jornada. El miedo a que se repitiesen los incidentes de octubre dejó en casa a muchos votantes. Sin embargo, finalmente la participación superó el 50%, cifra similar a la alcanzada en la primera vuelta. La explicación se sencilla. Esta vez los que acudieron a Espinardo sí pudieron ejercer su derecho al voto con normalidad, mientras que en la primera vuelta miles de personas ni siquiera tuvieron ocasión de llegar a las urnas por culpa de la desorganización y la masificación.
Ayer, las únicas colas de importancia se registraron a las siete de la mañana, en el momento de la apertura de las urnas. Las sesenta mesas electorales instaladas para la ocasión se repartieron entre el aulario norte, donde votaron las mujeres, y el Giner de los Ríos, donde depositaron sus papeletas los hombres.
Las urnas cerraron a las cinco en punto de la tarde, y los datos definitivos no se darán a conocer hasta esta mañana. El millonario Álvaro Noboa, populista de derechas, y el izquierdista Rafael Correa se disputan la victoria. En la primera vuelta, los ecuatorianos de Murcia optaron mayoritariamente por Noboa.
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