J. B.

MADRID. El 85% de los musulmanes residentes en España consideran que la práctica de su religión no está reñida con la democracia y el ser buen español, según la encuesta presentada el pasado jueves por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien aseguraba que la comunidad islámica en España «es tolerante, occidentalizada y liberal».

Sin embargo, otro estudio, elaborado por Merkastar y Tais Comunicación para la revista «21RS» (y que en su número de enero abordará la cuestión del velo), revelaba a finales de octubre que dos de cada tres musulmanes tienen problemas de integración, y que el 70% encontraba «dificultades» para «hacer compatibles» sus creencias con la vida en democracia. Al tiempo, los analistas de dicho informe apuntaban que «se constata que los estilos de vida occidentales no constituyen un hábitat cómodo» para los encuestados que «padecen una integración no exenta de dificultades».

Dos resultados contradictorios para unos de los escasos sondeos solventes realizados sobre la situación de los musulmanes en nuestro país (un millón de personas). ¿Qué estudio se aproxima más a la realidad? En puridad, habría de ser el de el Interior, que recoge resultados sobre 1.500 musulmanes. Una muestra mayor que la de «21RS» que, sin embargo, cuenta con un seguimiento personalizado de las respuestas. Los expertos han señalado la «extrañeza» de que el estudio gubernamental no haya sido elaborado por el CIS o el Instituto Nacional de Estadística.