CARMEN REMIREZ DE GANUZA

MADRID.-En 2005 arribaron a sus costas 4.731 y, de enero a septiembre de 2006, son ya más de 26.000 El número de inmigrantes llegados a Canarias en 2006 quintuplica, por el momento, el total de los registrados en 2005. Así se desprende de los datos aportados por el propio Gobierno a instancias del Grupo Popular del Congreso, según los cuales, el año pasado llegaron a las islas 4.731 ilegales, mientras que del 1 de enero al 30 de septiembre del presente año, ya se han registrado 26.325.

Tenerife, la isla más castigada, ha llegado a contabilizar en estos nueve meses 15.290 sin papeles. Hasta el mes de agosto, habían arribado a sus costas 166 cayucos, frente a los 17 de todo el año 2005. El número de embarcaciones conducidas por las mafias creció en todas las islas de 219 en 2005 a 365 en 2006.

Pero las respuestas del Ejecutivo a las preguntas escritas de los Grupos dibujan un panorama mucho más confuso acerca del impacto de la inmigración ilegal en el archipiélago. Así, a instancias del diputado de Coalición Canaria, Paulino Rivero, el Ejecutivo sumó el número de entradas de ciudadanos no europeos con pasaporte de turista en 104.370, y en no más de 98.874 las salidas. El Ejecutivo advertía en su respuesta que los 5.496 restantes podrían haber salido de España por una frontera de la España peninsular.

De las respuestas parlamentarias del Ejecutivo, se infiere, además, una precariedad significativa en el empleo de los inmigrantes . Y es que, pese al discurso político imperante, según el cual hacen falta inmigrantes para cubrir los puestos de trabajo que los españoles no quieren ocupar, la cifra oficialmente admitida por el Gobierno de parados extranjeros a septiembre de 2006 es de 139.637 personas.

Pero además, en esa misma fecha había un total de 12.626 parados extranjeros de larga duración (más de un año), lo que equivale al 9,04% del total de desempleados extranjeros, entre los que los marroquíes superan en número a todos los procedentes de la Unión Europea.

Por otro lado, el proceso de regularización de 2005 no ha supuesto para los inmigrantes , a tenor de los datos, un empleo estable sino temporal, en su mayor parte. Fue en contestación, de nuevo, al diputado canario Paulino Rivero, cuando el Gobierno evaluó en 577.691 las solicitudes de normalización concedidas a 12 de abril de 2006.