Si en España el mercado laboral está cambiando con la inmigración, Marbella no se ha quedado al margen de esta tónica. Aunque los residentes extranjeros siempre han sido una bolsa de trabajadores imprescindible para una ciudad donde el turismo es la principal fuente de ingresos, un estudio realizado por la Junta de Andalucía sobre la contratación de personas extranjeras en la ciudad viene a poner nombre y apellidos al peso de este sector de población en la actividad marbellí. Según los datos que recoge este informe del pasado mes de octubre, uno de cada tres acuerdos laborales del municipio están protagonizados por residentes no españoles, lo que supone que el 31 por ciento de los contratos han ido a parar a manos de los extranjeros.

La tendencia, a la baja respecto al año pasado – las cifras son un 8,5 por ciento menores que en 2005 – , parece con todo que comienza a remontar. De un mes a otro la Consejería de Empleo, a través de las estadísticas que maneja el Servicios Andaluz de Empleo (antiguo Inem), detectó un incremento del 6,39 por ciento en la contratación a extranjeros en el término municipal de Marbella.

Por grandes grupos de actividad, el sector servicios (restauración, hostelería y comercios) copa una de cada tres acuerdos de empleo para no españoles: 669 de los 1.981 formalizados en septiembre. No es de extrañar. Los turistas que visitan la ciudad son mayormente de fuera de nuestra fronteras y el idioma y la identificación con el cliente son requisitos imprescindibles y demandados en las ofertas de empleo para trabajar de cara al público en negocios del sector turístico.

Los datos por actividades van a la par. La hostelería está detrás del 30 por ciento de las contrataciones a personas extranjeras (596 de un total de 1.981), seguida muy de cerca por la construcción, que aglutina un 19 por ciento de los empleos que se plasmaron en papel a finales de este verano, y por el comercios, con 208 contrataciones. En el vagón de cola, por contra, se sitúan el personal que trabaja de servicio domésticos en hogares, donde impera la falta de regularización, o el sector pesquero.

Precariedad

Pero no todo son cifras halagüeñas. La precariedad laboral también afecta a la bolsa de trabajadores no españoles. Del total de acuerdos laborales rubricados en la etapa analizada, cerca del 85 por ciento fueron de carácter temporal frente a sólo 328 contratos indefinidos. La vinculación con sectores como los servicios o la hostelería – que fluctúan en sus ingresos a la par que las temporadas turísticas de torna en altas o bajas – está, según los expertos, detrás de esta inestabilidad laboral que azota tanto a los españoles como a los extranjeros.

Por último, y al margen de las personas ocupadas, es significativo que pese a la dinamización registrada del mercado laboral foráneo, son casi 900 los residentes no españoles que buscan trabajo en las oficinas del SAE.