EL CORREO/BILBAO
El representante de la Comisión de Ayuda al Refugiado en Euskadi (CEAR), Javier Galparsoro, acusó ayer a Iberia de haber negado a un ciudadano senegalés con cáncer en fase terminal el viaje de regreso a su país y señaló que se estudian acciones judiciales ante esa «deplorable» actuación «discriminatoria». Por su parte, la compañía aérea asegura que trató de encontrar una solución, pero que su servicio médico evidenció que no se podían garantizar los cuidados que necesitaba el paciente.

Según la versión transmitida por Galparsoro, los hechos ocurrieron el pasado 17 de Octubre, cuando D.M.D., de 38 años y residente en Bilbao, se disponía a volar con Iberia a Dakar junto a un compatriota para culminar su deseo de morir en su nación de origen. Finalmente pudo cumplir su deseo tras conseguir viajar con otra compañía a Senegal, donde falleció el pasado 22 de octubre.

Cuando intentó hacerlo unos días antes con Iberia, personal de la línea «rehusó admitirle y exigió que cumplimentase un informe médico que acreditara que se encontraba en condiciones razonables para viajar». Galparsoro explicó que el enfermo y su acompañante no pudieron subir a bordo del avión y tuvieron que enviar ese día un escrito expedido por un oncólogo.

Tras arduas gestiones, el enfermo logró que Brussels Airlines no pusiera impedimentos y le trasladara a Dakar el pasado 21 de Octubre. De allí fue conducido a su localidad natal, donde falleció al día siguiente.

Por su parte, Iberia explicó que el ciudadano senegalés «se presentó a volar sin haber comunicado previamente su situación». «Fue en la misma puerta de embarque aseguraron fuentes de la empresa cuando su acompañante comunicó que estaba muy enfermo y no podía moverse». Para estudiar si necesitaba oxígeno, asistencia sanitaria durante el vuelo, silla de ruedas… la línea autorizó el cambio de fecha para el viaje sin penalización.