La UE y África refuerzan la cooperación en la lucha contra la inmigración ilegal

El aumento de fondos y la readmisión de emigrantes complicaron el acuerdo final de la Conferencia de Trípoli Recalcan el valor de la estabilidad en el continente

La Verdad, 24-11-2006

AGENCIAS/TRÍPOLI

El aumento de fondos europeos que África pedía y su resistencia a aceptar la readmisión de emigrantes ilegales complicaron el final de una conferencia que reunió en la capital de Libia por vez primera a más de 70 países de su mismo continente y europeos en torno al complejo problema de la emigración. Los países africanos liderados especialmente por Nigeria, Argelia, Egipto y Sudáfrica rehusaron expresar un claro compromiso para cooperar en la repatriación de ilegales si la UE no mostraba su voluntad de crear un fondo de financiación específico para la emigración.

Tras varias horas de debate en torno al texto definitivo de la declaración final, el documento mantuvo la primera versión propuesta por África sobre la readmisión de ilegales, aunque incorporó una mención en el preámbulo sobre la importancia de los acuerdos anteriores en este sentido como el de Cotonú del año 2000. Ese acuerdo reconocía implícitamente en su artículo 13 que los países africanos debían cooperar en los procesos de repatriación y readmisión de sus emigrantes llegados de manera ilegal a Europa.

La mención en el preámbulo de la declaración recuerda «el alcance que conceden los Estados» participantes en la Conferencia de Trípoli «a los acuerdos existentes, por ejemplo el de Cotonú y los acuerdos euromediterráneos». Asimismo, recalca «la importancia de las convenciones de la ONU y otros instrumentos internacionales sobre los derechos de los trabajadores emigrantes y sus familias».

Financiación específica

En cuanto al establecimiento de una financiación específica para los problemas migratorios, que demandaban los africanos, la declaración final habla únicamente de «examinar la posibilidad de crear un fondo para implementar las medidas» adoptadas. Con este objetivo añade ambas partes «deciden constituir un grupo de trabajo conjunto formado por representantes de la Unión Africana y de la Comisión Europea».

La declaración de once páginas recalca que la lucha contra la emigración ilegal no puede centrarse solamente en medidas represivas y debe relacionarse con las políticas de desarrollo y de promoción de la paz y la estabilidad en el continente africano.

La UE destaca su compromiso de aumentar su ayuda al desarrollo al 0,56% del PIB hasta 2010 y al 0,7% hasta 2015 y destinar al menos el 50% de ese incremento a los países africanos.

Respecto al fomento de la emigración legal, los participantes en la Conferencia de Trípoli se comprometen a «debatir la simplificación» de los procedimientos de entrada a la UE para «determinadas categorías de personas» y a «facilitar las migraciones temporales teniendo en cuenta las necesidades del mercado y la protección de los trabajadores emigrantes». Asimismo, acuerdan «asegurar el acceso a los procesos de asilo» a los refugiados, con «especial atención a los grupos vulnerables» como las mujeres y los niños.

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