Los países africanos y de la Unión Europea apenas consiguieron llegar in extremis en la tarde de ayer a un acuerdo sobre la declaración final de la Conferencia de Trípoli para la Inmigración que resalta “la importancia” para los firmantes de los acuerdos ya existentes sobre readmisión de ilegales y únicamente incluye la “posibilidad de crear” un fondo específico para temas migratorios y

Tras varias horas de debate en torno al texto definitivo de la declaración final, el documento mantiene la primera versión propuesta por África sobre la readmisión de ilegales, aunque incorpora una mención en el preámbulo sobre la importancia de los acuerdos anteriores en este sentido como el de Cotonú del año 2000. Ese acuerdo reconocía implícitamente en su artículo 13 que los países africanos debían cooperar en los procesos para la repatriación y readmisión de sus emigrantes que llegaban de manera ilegal a Europa.

La mención en el preámbulo de la declaración recuerda “la importancia que conceden los estados” participantes en la Conferencia de Trípoli “a los acuerdos existentes, por ejemplo el de Cotonú y los acuerdos euro-mediterráneos”. Asimismo, recalca “la importancia de las convenciones de la ONU y otros instrumentos internacionales como la convención de Naciones Unidas sobre los derechos de los trabajadores emigrantes y sus familias”.

Respecto a la propuesta africana que finalmente se ha mantenido, el documento insta a “reforzar la cooperación en todos los campos en materia de lucha contra la inmigración ilegal, incluyendo la conclusión de acuerdos sobre las cuestiones de retorno y de readmisión de los emigrantes ilegales a sus países de origen, en el contexto de los acuerdos e instrumentos existentes y a través de tratados bilaterales y multilaterales”.

Por contra, frente a lo que también pretendían los países africanos en cuanto a la creación de un fondo de financiación específico para los problemas migratorios, con su dotación presupuestaria especificada, la declaración final habla únicamente de “examinar la posibilidad de crear un fondo para implementar las medidas” adoptadas. Con este objetivo añade la declaración ambas partes “deciden constituir un grupo de trabajo conjunto formado por representantes de la Unión Africana y de la Comisión europea”. El comisario europeo de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, fue rotundo al respecto: «Nosotros no podemos comprometernos a incluir cantidades, ni hablar de cifras», dijo.

Así los países africanos han logrado mantener su postura refractaria a la puesta en práctica de políticas de readmisión de sus compatriotasntes en busca de un futuro mejor. Franco Frattini también reconoció en este punto que existieron dificultades para aprobar la declaración conjunta, especialmente en lo referente al retorno de los emigrantes ilegales, su repatriación y las políticas de readmisión de los países africanos.