El Rey pide unidad, rigor y solidaridad contra la inmigración ilegal

Don Juan Carlos reitera la "firme voluntad" española de luchar contra el tráfico de seres humanos

Canarias 7, 23-11-2006


Santa Cruz de Tenerife
El Rey pidió ayer en Canarias unidad, rigor y solidaridad para hacer frente a la inmigración ilegal, y reiteró la “firme voluntad” española de luchar contra el tráfico de seres humanos.

Además, insistió en el “firme compromiso” de España para promover “el desarrollo económico de los pueblos, combatir la pobreza y trabajar en favor de los derechos humanos”.

Don Juan Carlos habló de este grave problema que afecta no sólo a Canarias, “sino a todo el resto de España y a Europa entera”, en el discurso que pronunció en la cena que el presidente de Canarias, Adán Martín, ofreció  anoche a los Reyes al finalizar el primero de los cinco días de su visita oficial al Archipiélago.

Antes de la cena, los Reyes recibieron en audiencia, en la sede de la Presidencia del Gobierno de Canarias, a representantes de las instituciones, organizaciones humanitarias y entidades sociales dedicadas a la inmigración, un problema agravado en los últimos meses.

Según datos de la Delegación del Gobierno, en 2006 han llegado a las costas canarias, en frágiles cayucos que hacen la peligrosa travesía desde las costas africanas, unos 30.000 inmigrantes ilegales, de los cuales permanecen en los centros de acogida y retención unos 1.300.

El Rey agradeció los esfuerzos que, “con eficacia y generosidad”, despliegan para encarar la avalancha de inmigrantes los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, las Fuerzas Armadas y las instituciones públicas, “así como la valiosa labor humanitaria” que también desarrollan muchas entidades y organismos.

El monarca es “consciente” de las dificultades que plantea a diario la inmigración ilegal, fenómeno, dijo, que “tan a menudo se presenta en términos dramáticos y frente al que debemos actuar juntos, con rigor y solidaridad”.

“Si juntos – insistió – hemos conseguido superar con éxito muchos problemas a lo largo de estas décadas, también unidos podremos vencer dificultades y seguir avanzando en la construcción de una España cada vez más moderna, dinámica y solidaria”.

El presidente de esta tierra de emigración hacia América, en décadas pasadas, Adán Martín, habló también del problema, para advertir que “no podemos ni tenemos medios ni competencias para frenar, asumir o atender adecuadamente las oleadas de personas que diariamente llegan a las islas por diversas vías, algunas verdaderamente peligrosas”.

De ahí que el Ejecutivo que preside haya insistido en la necesidad de responder con “planificación” y una política que ayude tanto a los territorios emisores como a los receptores.

Para Adán Martín es “fundamental” que la inmigración se produzca a través de flujos regulados y de forma controlada, que garanticen que se realiza en condiciones dignas para las personas que emigran, y que los países de acogida puedan absorber esos flujos e integrarlos en la sociedad.

Los Reyes iniciaron ayer por la mañana en Tenerife una visita oficial a las siete Islas Canarias, coincidiendo con el centenario del viaje que en 1906 hizo al Archipiélago el Rey Alfonso XIII, primer monarca español en pisar tierra canaria.

Las Canarias de hoy, dijo el Rey en la cena, “poco o nada tienen en común con aquel territorio pobre y atrasado” de entonces. Hoy han vivido “una transformación y un crecimiento” que tanto él como la Reina contemplan con satisfacción.

Ese cambio, advirtió, lo ha vivido también el resto de España, durante los últimos treinta años. “Juntos y como gran país, en el marco de democracia y libertad que garantiza nuestra Constitución – destacó – , hemos logrado un profundo progreso y modernización, impensables hace tan sólo unas décadas y sin parangón en nuestra Historia”.

En ese marco constitucional, Canarias, advirtió don Juan Carlos, ha tenido la oportunidad de convertirse en comunidad autónoma dentro “de una España unida que no sólo es continental”.

Adán Martín recordó que Canarias ha diseñado “un instrumento fundamental y profundamente constitucional”, el nuevo Estatuto de Autonomía, aprobado por el Parlamento de las islas el pasado mes de septiembre.

El Rey aprovechó la ocasión para renovar el compromiso de la Corona “con todos los canarios”, compromiso que ha permanecido firme a lo largo de la Historia, y para advertir de que los vínculos que unen a la España peninsular con la “más atlántica” se han reforzado.

Una España, las Islas Canarias, “lejana en la distancia, pero tremendamente próxima en nuestro corazón y en el de los españoles”.

Recordó el Rey la vocación atlántica de este pueblo abierto a dos continentes, América y Africa, y dijo que “ha sabido crecer profundamente integrado dentro de España, venciendo dificultades y proyectando su personalidad”.

Con la cena concluía una jornada de apretada agenda Real, como lo serán las cuatro restantes, en la que los Reyes, entre muestras de cariño y bienvenida en las calles, fueron por la tarde al populoso barrio de Taco y a la ciudad de La Laguna.

Por la mañana, nada más llegar a Santa Cruz de Tenerife, el Rey recibió la primera Medalla de Oro del Parlamento de Canarias. Hoy, los Reyes viajarán a las islas de El Hierro y La Gomera.

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