Los holandeses eligen hoy un nuevo Parlamento en unas elecciones anticipadas, las terceras que vive el país en menos de cinco años, marcadas por la favorable situación económica del país y la integración de los inmigrantes.


Los 10.000 colegios electorales abrieron sus puertas en unos comicios a los que están convocados unos doce millones de ciudadanos, sin que se tengan noticias de incidentes.


Las mesas cerrarán a las 21.00 y los primeros resultados están previstos para entre las 21.30 y las 22.00.


El partido democristiano (CDA) del actual primer ministro, Jan Peter Balkenende, es el principal favorito para la victoria según todas las encuestas, que le adjudican entre 43 y 45 escaños de los 150 diputados en juego.


Sin embargo, el CDA quedará lejos de la mayoría y a partir de ahí los resultados de los demás partidos – sobre los que los sondeos muestran más divergencias – marcarán qué posibles acuerdos de coalición pueden ser posibles.


Actualmente, el CDA gobierna en minoría con los liberales de derecha (VVD), a los que las encuestas coinciden en asignar un apreciable descenso.


Por ello, la actual coalición quedará aún más lejos que ahora de la barrera de los 76 escaños que dan la mayoría, por lo que Balkenende puede tratar de añadir a esa fórmula al partido cristiano CU o tal vez intentar una con los laboristas del PvdA, el principal partido de la izquierda.


Por otra parte, y en función de los resultados, la izquierda podría intentar otra coalición que involucre a varios partidos: el PvdA, los socialistas del SP y los verdes de GroenLinks, a los que habría que sumar también a CU para lograr una mayoría parlamentaria.


Estas elecciones fueron forzadas por la retirada de un pequeño partido de la coalición (D66) debido a la polémica actuación de la ministra de Integración, Rita Verdonk (VVD).


La integración de los inmigrantes ha protagonizado buena parte del debate político holandés en los últimos años, pero el primer ministro Balkenende ha jugado a fondo la carta de la recuperación económica nacional, mientras que la izquierda se ha centrado en las crecientes desigualdades sociales.