El fiscal pide 1.500 euros de multa para dos agentes por lesionar a un hombre
Diario de Noticias, 23-11-2006pamplona. El fiscal pidió ayer una multa de 1.200 euros y una indemnización de 1.500 euros para dos guardias civiles pertenecientes al acuartelamiento de Castejón por una falta de lesiones cometida supuestamente contra un hombre de origen magrebí. Por su parte, la acusación particular calificó los hechos como un delito de torturas y pidió un año de prisión para cada uno y una inhabilitación de 10 años, mientras que las defensas pidieron la absolución.
En su declaración, el agente M.L.D., explicó que sobre las 9.00 horas del día 19 de mayo de 2003 recibieron una llamada del ambulatorio de la localidad en la que le indicaron que había un hombre en actitud agresiva y que profería gritos. Cuando acudió al centro sanitario, según prosiguió, R.K. ya se había marchado, aunque lo localizó en la calle Merindades, donde al verle “comenzó a chillar y a llamarme racista”, tras lo que le conminó a que le acompañara al cuartel para identificarle.
El agente hizo especial hincapié en que “en ningún momento” le había golpeado ni con las manos, ni con el tricornio, además de negar asimismo que le hubieran realizado una descarga eléctrica con un cable, y tampoco que le hubieran desnudado e interrogado sobre si vendía drogas o sobre de qué hablaban en la mezquita. “Sólo estuvo cinco minutos en el cuartel”, corroboró J.C.
Otro guardia civil que se encontraba en una de las viviendas del cuartel aseveró que oyó cómo gritaba el hombre, que bajó a la oficina donde había “cierta tensión” por la excitación que presentaba el acusado, aunque recalcó que no permaneció más de cinco minutos en el cuartel.
Por su parte, R.K., narró, ayudado por una intérprete, que le encerraron en un cuarto sin ventanas, donde M.L.D., le estuvo golpeando con las manos en las orejas, seguidamente con el tricornio además de “tirarme al suelo y desnudarle”, tras lo que agregó que “me dieron una descarga eléctrica en el cuello”. Aseguró que le tuvieron más de una hora en la habitación y que como se “encontraba tan mal” decidió acudir al centro Reina Sofía de Tudela.
Allí, según declaró la doctora que le atendió, la víctima le relató que le dolían los oídos, y que comprobó que tenía una pequeña hemorragia en cada uno de ellos, aunque aseguró que, tras hacerle una revisión general, no apreció ni hematomas ni quemaduras. >efe
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