El trabajo desempeñado en África por los espías del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) permitió desarticular, en los últimos seis meses, quince redes mafiosas dedicadas al tráfico de seres humanos, y evitó así que 7.314 inmigrantes se jugaran la vida en la mar en su empeño por llegar a Canarias. Esas personas iban a ocupar 148 cayucos que fueron interceptados por policías de los países africanos gracias a datos suministrados por los servicios secretos españoles.


La implicación activa del servicio secreto en la lucha contra la inmigración ilegal tiene dos objetivos: impedir en origen las avalanchas de indocumentados, con la interceptación de embarcaciones antes de su salida e influir en los gobiernos africanos para que no hagan la vista gorda ante este drama y se apliquen en la tarea de neutralizar a las mafias.


Más presencia española


El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, explicó que a tal efecto «hemos doblado prácticamente nuestra presencia en los países de África ribereños del Atlántico y abierto nuevas delegaciones [del CNI] en algunos de esos países».


En concreto, según datos facilitados por su departamento, el servicio secreto ha creado nuevas oficinas en Mali, Nigeria y Sudáfrica, ha duplicado el número de agentes que operan en Mauritania y ha triplicado los destinados en Senegal. Todo ello acompañado de un importante esfuerzo financiero.


Esa dedicación de los espías ha dado frutos a lo largo del 2006. Entre el 15 de mayo y el 16 de noviembre fueron desarticuladas en Mauritania, gracias a los informes recabados sobre el terreno por agentes del CNI, once redes que traficaban con seres humanos, entre ellas una formada por ciudadanos gambianos, otra integrada por senegaleses y otra creada por asiáticos. El número de detenidos en Mauritania por su relación con estas actividades ascendió a 45. En el vecino Senegal, hoy principal lugar de salida de cayucos, dos grupos mafiosos fueron desmantelados en sendas operaciones que culminaron con la detención de diez patrones de embarcaciones. En Marruecos, la Gendarmería local neutralizó otras dos redes con «un número indeterminado de detenidos», según Defensa. La labor del CNI también facilitó detenciones en Argelia, Gambia y Guinea Bissáu.


Las fuentes de que dispone el CNI en Marruecos han permitido mejorar el control de las concentraciones de inmigrantes cerca de las zonas fronterizas de Ceuta y Melilla. Gracias a sus informes, la policía del país magrebí pudo detectar con antelación y neutralizar varios intentos de asaltar las vallas que impiden el acceso a las dos ciudades autónomas por extranjeros indocumentados.





Cooperación en inteligencia


El despliegue de espías en África permitió establecer o intensificar la relación con los servicios de espionaje de muchos países de origen y tránsito de inmigrantes. Marruecos, Argelia, Libia, Mauritania, Senegal, Mali, Gambia, Costa de Marfil, Nigeria y Sudáfrica cooperan ya con España. El Gobierno quiere extender la colaboración a Guinea Bissáu, Guinea Conakry y Cabo Verde.


Con todos ellos, el CNI intercambia datos sobre redes de tráfico de personas y salidas de embarcaciones con inmigrantes, así como análisis sobre la evolución de los flujos de inmigración. En ese sentido, se han intensificado las actuaciones conducentes a disponer de un conocimiento cada vez más preciso sobre las rutas, los procedimientos que utilizan las mafias – que varían de país a país – y las personas responsables de ese tráfico ilegal.


Los acuerdos con los servicios africanos de inteligencia permitirán la ayuda mutua también en el ámbito de la formación, para mejorar sus procedimientos de actuación y el uso de las nuevas tecnologías de la información. El Gobierno tiene previsto suministrarles material como medios de trasporte, transmisiones y equipos informáticos, para mejorar su capacidad y su actuación.


José Antonio Alonso señaló el CNI . El responsable de Defensa resaltó que ese trabajo . , aseveró.


11/21/19 – 06/2006