L. R. R.
Ciudad del Vaticano – El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel
Ángel Moratinos, viajó ayer al Vaticano con tres temas sobre la mesa: la
Alianza de Civilizaciones, la inmigración y las relaciones
interreligiosas. Sobre estas tres cuestiones trató ayer con el secretario
de Estado de la Santa Sede, el cardenal Bertone, y su homólogo, el
secretario de Estado para las Relaciones con los Estados, el arzobispo
Dominique Mamberti. En el encuentro, el ministro calificó de «intenso
diálogo» las relaciones del Gobierno con la Santa Sede, a pesar de que el
presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no se haya
entrevistado todavía con Benedicto XVI, como es habitual en el caso de
otros presidentes de gobiernos europeos.
Quizá por esta razón, el
ministro español aprovechó esta oportunidad para trasladar al Vaticano la
Alianza de Civilizaciones ideada por Zapatero. Según fuentes diplomáticas
españolas, el ministro Moratinos explicó que se trata de «una iniciativa
contra los extremismos» y que su principal objetivo es «disipar las
derivas en las percepciones sociales que ponen en peligro la paz». Eso sí,
el ministro español de Exteriores aclaró que son «esencialmente cuestiones
políticas, que no religiosas».
Durante la reunión, que
duró media hora y se desarrolló en un ambiente cordial, los interlocutores
vieron la necesidad de estudiar acuerdos de cooperación conjuntos en
materia de inmigración, puesto que, y tal y como señaló el ministro
español, esta cuestión necesita «una gestión ordenada, exige actuaciones
que eviten la pérdida de vidas humanas, el pleno respeto a los derechos
fundamentales de los inmigrantes y acciones orientadas hacia la
coordinación y cooperación entre los Estados».