C. Morodo

Madrid – Después de cuatro semanas sin control al Gobierno en el Congreso,
hoy se celebra una sesión marcada por la ausencia de cuatro ministros,
destacando la del titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, pese a la
crisis que atraviesa el «proceso». Tampoco responden a las preguntas del
principal partido de la oposición los titulares de Justicia, Fomento y
Exteriores, siendo la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la
Vega, la encargada de asumir todas las cuestiones.
El absentismo no
es la excepción, sino «la norma» de acuerdo, al menos, con un informe
elaborado por los populares. De las 59 sesiones de control celebradas en
la Cámara Baja, tan sólo en tres de ellas no ha habido ninguna ausencia
del Gobierno y la media de «plantones» de ministros supera los 2,4 por
sesión de control.
«Poner tierra de por medio»
El portavoz Eduardo Zaplana denunció ayer que las «ausencias de los
ministros socialistas coinciden, sospechosamente, con asuntos de
actualidad polémicos que les afectaban, con preguntas que podrían ser
delicadas o incómodas para ellos». «Parece que quieren poner tierra de por
medio para no hablar», afirmó.
En el ránking elaborado por
el PP aparece el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, como el
que más veces ha hecho «novillos», seguido por la titular de Sanidad,
Elena Salgado. Defensa es la tercera cartera que menos veces ha atendido a
las preguntas del principal partido de la oposición, con 11 ausencias de
su anterior responsable, José Bono, y dos de su sucesor, José Antonio
Alonso.
«En todos los países democráticos del mundo, menos en
España, los Parlamentos hablan, fundamentalmente, de lo que quiere la
oposición y aquí se habla de lo que quiere el Gobierno o los socios del
Gobierno», sentenció Zaplana.
Desde el PSOE, Diego López
Garrido argumentó que todas las «faltas» están justificadas. Subrayó,
asimismo, que con el Gobierno socialista «se han batido récords» en cuanto
a presencia del jefe del Ejecutivo y de sus ministros, pese a que,
subrayó, «cada vez tienen más actividad fuera de nuestras fronteras».
Según sus datos, la media de ausencias en esta legislatura es de 2,4 (como
dice el PP), si bien precisó que en el anterior Gobierno de Aznar, fue de
3,1, y en el primer mandato popular, de 3,2.
Antes de sus
explicaciones, Zaplana, sin embargo, había hablado de «novillos
permanentes» del PSOE blandiendo un informe que hace hincapié no tanto en
las ausencias globales como en lo que llama «deserciones» de los ministros
para responder de su gestión ante algunos de los asuntos más graves en los
que se han visto afectados sus departamentos.
Esta semana, en
concreto, a Rubalcaba se le quería preguntar por el auto imputando a la
Policía científica por la falsificación de documentos; a López Aguilar,
por las «presiones hacia los jueces»; a Moratinos, por la Alianza de
Civilizaciones; y a Magdalena Álvarez, por un anuncio de publicidad
institucional en el que se reproduce el cartel electoral de Zapatero de
2004, lo que los populares entienden como un caso de publicidad subliminal.
Hay precedentes como la sesión de control del pasado 20 de septiembre,
cuando los cuatro ministros con responsabilidad en materia de inmigración
- Asuntos Exteriores, Interior, Justicia y Trabajo – se descolgaron de sus
previstas comparecencias después de que, según el PP, «arreciaran las
críticas por la catástrofe humanitaria en Canarias».
La fuerza del rodillo
Además, el PSOE se ha
amparado en el apoyo de las minorías para arrinconar las peticiones de
comparecencia del presidente del Gobierno formuladas por el PP. Hay
acumuladas alrededor de 40.
Los populares recuerdan que uno de los
compromisos electorales de Rodríguez Zapatero fue hacer del Parlamento el
centro de la vida política, y que llegó a comprometerse a acudir siempre
que lo solicitara un Grupo Parlamentario.