Moratinos propone al Vaticano proyectos conjuntos en materia de inmigración
ABC, 22-11-2006JUAN VICENTE BOO, CORRESPONSAL
ROMA. La primera toma de contacto del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, con la nueva cúpula administrativa de la Santa Sede transcurrió ayer en un clima cordial, reflejo de que, tras la visita de Benedicto XVI a Valencia en julio, la actitud del Gobierno hacia el Vaticano ha entrado en cauces de normalidad. El objetivo de la visita era saludar al nuevo secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, y al nuevo responsable de las Relaciones Exteriores, el arzobispo Mamberti.
Desde que el 15 de septiembre fueron nombrados para estos cargos por Benedicto XVI, el «número dos» de la Santa Sede y el jefe de la diplomacia vaticana están realizando una primera ronda de contactos con todos los países relevantes para hacer balance de la situación e intercambiar ideas sobre los «asuntos de actualidad internacional». Bertone y Mamberti son personas de una gran cordialidad, con experiencias complementarias. Bertone es un salesiano jovial con muchas horas de vuelo en tareas de catequesis y un gran teólogo. Mamberti es un diplomático experto, con profundo conocimiento de África y del Islam.
El jefe de la diplomacia española, que acudió acompañado del subsecretario de Exteriores, Luis Calvo, y del embajador ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, se entrevistó primero con el cardenal Bertone durante media hora y, posteriormente, con el arzobispo Mamberti durante 45 minutos.
Moratinos analizó con ambos algunos proyectos del Gobierno como la Alianza de Civilizaciones, los «puntos calientes» del mundo como Oriente Medio, y algunos problemas que preocupan tanto a España como al Vaticano por su gran alcance humanitario, como la ayuda al desarrollo y la inmigración. Según fuentes diplomáticas españolas, Moratinos planteó la posibilidad de realizar proyectos conjuntos de cooperación en materia de inmigración, tanto en nuestro país como en los países emisores de inmigrantes.
Los asuntos bilaterales apenas fueron abordados pues el Vaticano insiste en que el interlocutor primario del Ejecutivo es la Conferencia Episcopal española y, además, Zapatero ha encomendado las relaciones con la Santa Sede a la vicepresidenta Fernández de la Vega. Quizá debido a la exigüidad de la agenda, Moratinos evitó el tradicional encuentro con la prensa española en Roma y se limitó a informar de lo tratado mediante una nota oficial.
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