MARISA CRUZ

Los servicios de inteligencia han duplicado la presencia de sus agentes en Africa Occidental y han logrado desarticular 15 redes mafiosas El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, reveló ayer que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha duplicado sus medios personales y materiales en los países de Africa Occidental, tradicionalmente emisores de inmigración clandestina hacia España, desde la pasada primavera. Este despliegue ha dado buenos resultados en el cometido de controlar a los irregulares y se mantendrá a largo plazo acompañando el esfuerzo diplomático que Exteriores ha iniciado en la región.

Los datos, según Alonso, hablan por sí solos. Los servicios de inteligencia españoles han conseguido, desde el pasado 16 de mayo y hasta el 16 de noviembre, desarticular un total de 15 redes mafiosas dedicadas al tráfico de inmigrantes irregulares hacia el territorio de las islas Canarias. Igualmente, según las cifras que ayer proporcionó el ministro, gracias a la información facilitada por los agentes del CNI se han interceptado hasta 149 embarcaciones que se disponían a transportar hacia España de 7.314 inmigrantes sin documentación.

Fuentes del Departamento que dirige José Antonio Alonso han precisado que, de las redes mafiosas desarticuladas, 11 estaban radicadas en Mauritania, dos en Senegal y otras dos en Marruecos.

El Centro Nacional de Inteligencia no sólo ha multiplicado por dos el número de agentes destacados en estos países de la fachada atlántica africana, sino que, además, ha abierto delegaciones fijas en algunos de ellos. Este dato demuestra, tal y como precisó Alonso, que el «esfuerzo» de los servicios de inteligencia en esta región «se proyectará en el futuro», de la misma forma que la acción diplomática.

El trabajo de los agentes del CNI consiste en avisar a las autoridades de los países afectados de las aglomeraciones de inmigrantes que luego darán lugar a salidas incontroladas desde sus costas hacia España. «Se trata de un fenómeno», aseguró el ministro, «sobre el que no se puede bajar la guardia». La aportación de ayuda y la solidaridad, incrementada exponencialmente en el curso del último año, es un factor esencial, según Alonso, para quien al mismo tiempo debe dejarse meridianamente claro que «la única manera de entrar a España es por la vía de la legalidad». «El CNI», recalcó, «debe seguir en la región». «Sin buena información y sin buena inteligencia», añadió, «no se puede luchar contra el fenómeno de la inmigración ilegal».

Cumbre de Trípoli

Las afirmaciones del titular de Defensa se produjeron justo antes de que comience en Trípoli la Conferencia Ministerial sobre Inmigración y Desarrollo, que pretende dar continuidad al proceso y a los compromisos nacidos de la Cumbre sobre Inmigración celebrada el pasado mes de julio en Rabat. En esta ocasión, y a diferencia de la cita de Marruecos, en la mesa de negociaciones se sentará también Argelia.

Fuentes diplomáticas recalcaron que, en la capital de Libia, España defenderá su tesis de abordar el problema de la inmigración desde una perspectiva global, es decir, atendiendo a todas sus vertientes, e insistirá en la necesidad de que todos los países afectados, ya sean de origen, tránsito o destino, se comprometan en la estrategia.

Este mensaje no sólo se dirige a las naciones emisoras de inmigrantes, a las que se demanda la firma de acuerdos de readmisión, sino también a los propios socios europeos, que siguen manteniendo enfoques muy divergentes respecto al problema que supone la inmigración ilegal. Las revelaciones de Alonso preceden también al viaje que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tiene previsto realizar a Senegal el próximo 5 de diciembre.