El Universo. Guayaquil. Ecuador
'Es el momento para rescatar a los jóvenes'
ND, 19-11-2006A diferencia de lo que ocurrió en Cataluña, donde los Latin King (LK) se constituyeron en Organización Cultural de Reyes y Reinas, la Policía no ha detectado en Madrid el interés de la banda en ser una asociación legal.
La presidenta de la agrupación, la ecuatoriana Érika Jaramillo, alias Queen Melody, asegura “que sí hay chicos dispuestos a dar ese paso”.
El defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades, cree que el momento resulta propicio para “lanzar un llamado a los jóvenes para que se sientan aludidos y opten por una alternativa que les saque de la posibilidad de delinquir”, porque los cabecillas de los Latin King permanecen recluidos en la cárcel. En ningún sentido, añade, “hablamos de legalizar a delincuentes”.
Sin embargo, la realidad en Madrid es diferente. Los LK están identificados como una banda delictiva que impone su ley con navaja en mano. El presidente del Consejo de la Juventud de Madrid, Juan Martínez, sostiene que no se puede “dilapidar la experiencia en Barcelona de una manera gratuita”.
La Dirección General de Justicia de la Comunidad de Madrid lo tiene claro: no se puede hablar de “legalizar” a los LK porque “han cometido delitos dentro de nuestra región, y segundo, porque los tribunales de Justicia se plantean reconocerlas como bandas organizadas”.
Si la adolescencia constituye un proceso complejo de afrontar, para los jóvenes inmigrantes las dificultades son aún más acuciadas. Una encuesta de la Liga Española de la Educación a 1.009 estudiantes, en diez centros de Madrid, Murcia y Valladolid, reveló que el 40% de estos chicos se sienten discriminados y rechazados por sus compañeros.
Si bien solo uno de los encuestados se perfiló como potencial miembro de una banda latina, al 59,6% le resultaban atractivas este tipo de organizaciones.
La socióloga Antonieta del Pino, autora del informe Adolescentes Latinoamericanos Inmigrantes, sostiene que estos jóvenes enfrentan situaciones de soledad y esgrime un dato: el 36,4% pasa más de seis horas solo. Luego, esto se traduce en “fracaso escolar, en la necesidad de retraerse e ir solo con chicos de su misma nacionalidad”.
Lo fundamental es que padre y madre logren coordinar sus horarios, apunta del Pino. Sus palabras también se dirigen hacia los centros educativos que, en su opinión, deberían emprender programas de actividades extracurriculares. El discurso de las bandas latinas, añade, se convierte de cierta manera en un referente de identidad, socialización y protección que los jóvenes ecuatorianos no hallan en la sociedad española.
El Ayuntamiento madrileño instauró un proyecto para prevenir, detectar e intervenir ante situaciones de riesgo de los adolescentes que están próximos o integran las bandas juveniles. En los cuatro meses de su gestión se desvincularon 38 chicos, 9 de ellos españoles.
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