El Universo. Guayaquil. Ecuador

Pandilleros ecuatorianos en cárceles de Madrid

ND, 19-11-2006

Patricia Villarruel, para EL UNIVERSO | MADRID

Las continuas batallas entre bandas latinas, en particular los Latin King y Ñetas, integrados en su mayoría por ecuatorianos y que han dejado varias muertes, llevaron a la Policía española a aplicar el plan tolerancia cero. Pero se teme que los miembros se reagrupen y regresen con agresividad.

Aplicar el sistema tolerancia cero para neutralizar a las bandas latinas, cuyas acciones violentas registran cinco muertes en los dos últimos años, le dio resultados a la Guardia Civil en Madrid.

De las diez células de Latin King hoy quedan solo dos, debido a la detención de 230 de sus miembros, la mayoría ecuatorianos.

Por sus homicidios, las autoridades españolas han descartado analizar un plan para trabajar con las bandas y legalizarlas como ocurrió en Barcelona. Sin embargo, se teme que desde la cárcel el líder de los Latin King, Éric Velasteguí, siga trabajando con los grupos.

La eficacia policial ha permitido desbaratar los “capítulos” o células operativas de los Latin King (LK) en Madrid. Hasta hace unos meses actuaban diez y hoy solo son dos.

“¡Llegaron los Ñetas! ¡Con los Ñetas no se juega!”. Jesús Rafael Amaya Arias, alias El Maestro y miembro de los LK, no tuvo tiempo para huir de la muerte cuando los gritos de batalla de los miembros de la banda rival retumbaron en la Plaza de Cantoria, la noche del 14 de noviembre del 2004.

El cadáver del ecuatoriano quedó tendido en una acera del distrito de Carabanchel. Sus victimarios: un grupo de Ñetas que salió de la discoteca Fantasy. Dos de ellos, Juan Francisco Jiménez, conocido como Pepito, y Gabriel Eduardo Peláez, se enfrentan a una pena de 22 años en el juicio por el crimen del joven, que se realiza esta semana.

Ricardo Gabaldón, inspector jefe del Grupo de Bandas Latinas del Cuerpo Nacional de Policía de España, sitúa este crimen como embrión de una violencia fratricida que acumula cinco cadáveres en Madrid, pero los últimos meses refleja signos de agotamiento.

El aumento de arrestos ha causado un descenso de las llamadas a la guerra entre las bandas que operan en Madrid. Los LK, que disponían de diez capítulos o células, en la actualidad cuentan con dos. “De un potencial de entre 200 y 300 miembros operativos se ha pasado a 35, lo que ha frenado la tarea de captación”, explica Gabaldón.

El aniquilamiento de la cúpula del denominado Reino Inca de los LK, cuya zona de influencia estaba en las demarcaciones de la Comunidad Autónoma de Madrid, ocurrió el pasado febrero con la operación Pañuelo en las zonas de Galapagar y Collado Villalba.

Dieciséis jóvenes pasaron a disposición judicial por su presunta implicación en los delitos de asociación ilícita, tenencia de armas, amenazas, coacciones y lesiones. Entre ellos figuraban varios fundadores de los LK en España: José Fabricio Icaza Lazo (King Baby Black) y María Torres Oliver (La Madrina).

Dos meses antes, en diciembre del 2005, la Policía informó del apresamiento escalonado de 33 integrantes de los LK; 23 de ellos ecuatorianos. En esa ocasión cayeron 9 “reyes”.

La mayoría de edad no constituye precisamente una característica de los miembros de estos grupos. La edad de sus integrantes tiende a reducirse. Ahora “predominan chicos de 13 a 20 años máximo”, sostienen agentes de la Guardia Civil. "Son jóvenes a los que les cuesta introducirse en la dinámica de sus pares españoles; por eso, encontrar a personas de su nacionalidad, incluso de su ciudad, es fundamental para ellos ". Lo cierto es que más de una vez, un miembro ingresa para hallar protección y termina expuesto a la violencia.

La Policía resolvió aplicar tolerancia cero no solo al perseguir hechos delictivos graves homicidios o tentativa de homicidios sino frente a cualquier acción.

Ante el mínimo movimiento sabían que podían ser detenidos y eso los retraía.

No ha habido más víctimas desde la muerte del quiteño Emiliano Guallichico Toapanta a manos de los Dominican Don’t Play, el 1 de mayo del 2006, pero a los agentes les llegan denuncias de “lesiones leves, extorsiones o amenazas a personas que quieren salir de la banda o que se intenta captar y se niegan a entrar”.

Gabaldón resalta el hecho de que “no se produzcan represalias de la banda por esas denuncias”. La respuesta pudiera encontrarse, en su opinión, “en el deseo de evitar tener más problemas”. Temen, además, “la infiltración de personas o ‘sapos’ que los delaten, por lo que evitan captar miembros en colegios o institutos”.

Gabaldón no descarta el riesgo de que estas bandas se reorganicen y dio instrucciones para evitar incidentes de abuso policial. “Jamás se han dado agresiones de los chicos a los agentes o viceversa. Nos conocemos y hay respeto”.

No le cabe duda al agente cuando se le pregunta sobre el rol del líder supremo Eric Velasteguí desde la prisión de Alcalá Meco. El guayaquileño, quien el 14 de marzo del 2000 fundó, en la plaza de la Constitución de Galapagar, la Sagrada Tribu América Spain de la Todopoderosa Nación de los Reyes y Reinas Latinos, mueve aún hilos de LK desde la cárcel donde cumple condena por violación y robo. Así lo certifican la correspondencia y visitas que recibe. Las bandas latinas “tienen su origen en entornos penitenciarios”, añade. Y él es “El Padrino”.

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