Holanda prohibirá el 'burka' en todos los lugares públicos del país

El Mundo, 18-11-2006

A cinco días de las elecciones, el Gobierno acepta la propuesta de la polémica ministra de Integración y molesta a los musulmanes En la campaña electoral para las elecciones generales del miércoles, los líderes holandeses apenas han hablado de la cuestión que ha centrado su política en los últimos años: la inmigración. Analistas y encuestadores aseguran que ya no es decisiva, pero, a cinco días de los comicios, el Gobierno anunció ayer que prohibirá el burka en los lugares públicos.


Aunque este veto ya existe en varias localidades del país y también en la vecina Bélgica, Holanda se convertirá en el primer estado nacional en aprobar una legislación similar para todo su territorio. «El Gobierno considera indeseable que los vestidos que cubren la cara, incluyendo el burka, se lleven en público, por cuestiones de orden, seguridad y protección de los conciudadanos», dijo el Ministerio de Justicia holandés en un comunicado, después de más de un año de debate sobre la cuestión.


Tras el consentimiento por parte del Parlamento en diciembre, el Gobierno de centro – derecha se ha decidido a elaborar una propuesta legislativa como quería su ministra de Inmigración e Integración, Rita Verdonk, la dama de hierro holandesa y responsable de la expulsión de la diputada estrella somalí Ayaan Hirsi Ali por haber mentido en un formulario 14 años antes.


La idea de Verdonk se había quedado en el limbo, tras la crisis de Gobierno en junio de la coalición liberal por el abandono del D66, un pequeño partido de izquierdas, que exigía la dimisión de la ministra que había echado del país a Hirsi Ali, de fama internacional tras el asesinato del cineasta Theo Van Gogh, con quien escribió el guión de Submission, sobre el maltrato de las mujeres en el islam. El primer ministro, Jan Peter Balkenende, se negó a la demanda y se vio obligado a convocar elecciones anticipadas.


Hasta ahora, la campaña se ha centrado más en la economía y en el debate sobre la UE que en la inmigración, una estrategia que parece funcionar para el partido conservador de Balkenende, el favorito, según las encuestas. Verdonk podría convertirse en una figura aún más poderosa, como viceprimera ministra, si se formara un nuevo Gobierno de coalición.


La comunidad musulmana se queja de la iniciativa y calcula que sólo una cincuentena de mujeres lleva el burka o el nikab – la versión saudí del chador que cubre también la cara – en Holanda, dentro de una población de cerca de un millón de personas, que sólo se sentirán atacadas si se aprueba la ley. «Esto va a llevar a más chicas a decir: ‘Voy a llevar el burka como protesta’», se quejaba ayer Naima Azough, una diputada de los Verdes de origen marroquí. El alcalde de Amsterdam, Job Cohen, rebatió que, su uso es «malo» para la integración de los musulmanes en Holanda. «Es una cuestión de principios que habla del papel del ciudadano en la sociedad», explicó, para sentenciar: «Sobre todo, no debe llevarse en las escuelas».

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