Un hombre de 34 años murió la noche del miércoles en Castalla a consecuencia de dos disparos en la cabeza. El asesinato se produjo sobre la las 22.00 en el domicilio familiar de la víctima, un empresario local. La investigación apunta a un posible ajuste de cuentas como móvil del crimen. En el registro de la casa del empresario, la policía encontró dos kilos de cocaína, aparatos para su preparación y distribución y 200 pastillas de éxtasis.

El fallecido regentaba, junto a su hermano, la firma Talleres Clerk, una empresa con 12 trabajadores dedicada a la fabricación de maquinaria industrial.

Los vecinos de la zona donde residía el empresario comentaron que podría estar “implicado en asuntos de drogas y que habitualmente se rodeaba de extrañas compañías”. El primer teniente alcalde de Castalla, José Rico, señaló que la víctima “era un industrial de toda la vida de Castalla”.

Por otro lado, un inmigrante rumano resultó herido grave en una pierna la tarde de ayer en un pub de Alicante a consecuencia del disparo efectuado por un agente de la policía. Según fuentes policiales, los hechos se produjeron a raíz de una pelea entre cuatro rumanos en el interior del local. El dueño avisó a la policía. Ante la negativa de los contendientes a poner fin a la trifulca, un agente efectuó dos disparos intimidatorios al aire. Uno de los implicados en la pelea se abalanzó sobre el policía, y éste le disparó en la rodilla. El herido fue trasladado al hospital, aunque su vida no corre peligro.