Programa reunió a maestros y padres sustitutos para buscar formas de afrontar secuelas de la migración.

Decenas de profesores y padres sustitutos acompañados de centenares de alumnos de 52 planteles educativos de la ciudad acudieron ayer al Centro Educativo Espíritu Santo (CEES) para participar en la clausura del programa Cuando los padres se van, desarrollado desde el pasado 1 de agosto.

La nutrida concurrencia reflejó dos factores: el elevado número de planteles educativos con alumnos hijos de padres emigrantes y el interés de estos locales en conocer el tema y buscar la forma de afrontarlos con sus alumnos.

En algunos centros la emigración de padres llega al 50% del alumnado y ya no es un fenómeno que está presente solo en los fiscales, sino también en particulares, apunta Margarita Toral, coordinadora del programa Cuando los padres se van, organizado por el CEES.

Los psicólogos Fernando Villavicencio, de la Pastoral Social de Cuenca, Matías Murtagh, Claudia Pedonne, entre otros, quienes impartieron sus conocimientos durante el programa, asistieron a la clausura del acto, en el cual destacaron la importancia de un apoyo compartido a los niños y jóvenes.

El afecto, escucharlos, dejarles expresar sus sentimientos y el ejercicio de autoridad se plantea como una forma de afrontar el fenómeno ante la ausencia de los padres.

Si no se permite la expresión de sentimientos represados, en algún momento, estos afloran de manera inadecuada y los niños son presos de caer en las drogas, pandillas o el alcohol, asegura Cordero.

El programa que surgió como un aporte a la comunidad por los 50 años de creación del CEES, reunió a directivos de los planteles, profesores, padres y sustitutos. A través de jornadas con talleres, foros y concursos se logró conocer vivencias y testimonios de niños y jóvenes. “Los encuentros fueron de gran ayuda porque nos permitió conocer una dura realidad que la teníamos presente, pero que no la habíamos tratado”, señala Cordero.

Segunda etapa
El programa ya rinde sus frutos y varios planteles educativos están interesados en extender programas similares en sus locales a través de charlas, foros y talleres.

El interés demostrado motiva la continuación del programa el próximo año lectivo, donde se buscará incorporar en el tema a los padres emigrantes a través de internet y la necesidad de llegar a quienes piensan migrar.

“Los problemas que afrontamos con los chicos son muy graves y este tipo de actos son muy positivos y nos ayudan a enfocarnos en alternativas para sobrellevar en conjunto la emigración”, refiere Mariana Carpio, delegada del colegio Unidad Nacional, donde el 40% de los estudiantes son hijos de emigrantes.

FRASES

“Quién puede reemplazar al papá o a la mamá. Un auto, una casa no pueden suplantar al amor. Su ausencia es irreparable y deja huellas profundas. Mi tío, mis abuelitos me quieren mucho, también los quiero, pero no son papá y mamá”.
John Zurita
Alumno del Liceo Cristiano

“Es un vacío difícil de llenar. Nada es sin la madre. Parte de mi infancia y adolescencia no tuve sus consejos. La madre es madre, estoy creciendo y experimento cambios físicos y emocionales; y no puedo contar con ella para contarle lo que me pasa. Me hace mucha falta”.
Stefany Morales
Hija de madre emigrante

“La situación económica obligó a mi madre a irse a EE.UU. hace siete años. Vivo con tutores y aunque ellos son buenos y me apoyan en todo, me hace falta mi madre. Esperaba este año reunirme con ella, pero el trámite no avanza por las leyes migratorias”.
María José Pisco
Hija de madre emigrante