La mayoría de los medios de comunicación y de los analistas políticos han valorado las primarias socialistas. Incluso una de las más respetadas figuras de la derecha, el ex primer ministro Alain Juppé, tuvo palabras de reconocimiento para el PS. El éxito de sus rivales ha colocado a la UMP a contrapié. El principal partido de la derecha tiene previsto que su candidato sea elegido el 14 de enero por los militantes en un congreso extraordinario. Pero no se ha previsto ninguna campaña y, de hecho, sólo hay único candidato visible: Nicolas Sarkozy.

La jornada de votación de los socialistas se vio empañada por unas explosivas declaraciones del presidente de Languedoc-Rosellón, el controvertido Georges

Frêche, uno de los barones del PS que apoyan a Royal. En la misma línea de otras afirmaciones sobre el mismo tema realizadas por el ultra Jean-Marie Le Pen, Frêche lamentó que la selección francesa de fútbol cuente con “nueve negros sobre once”, lo que a su juicio no representa realmente la composición étnica de Francia. “Esto es así porque los blancos son una nulidad. Siento vergüenza de este país”, dijo, levantando una gran polvareda política. Ségolène Royal se apresuró a desmarcarse de las declaraciones de su compañero de partido, que calificó de “insoportables”. El propio presidente Jacques Chirac expresó su más “firme condena”.