El director del Observatorio de la Inmigración de Tenerife (Obiten), Vicente Zapata, dio a conocer ayer dentro de las Jornadas Prometeo que celebra la Sociedad de Desarrollo un estudio integral acerca de la situación sociolaboral de la inmigración extranjera en el municipio de Santa Cruz de Tenerife.

Pese a lo que mucha gente presupone, Zapata señaló que “la capital es uno de los municipios de Tenerife que tienen menos población inmigrante extranjera, ya que sólo llega al 6 por ciento, siendo la cifra de alrededor de 20.000, cantidad similar al número de peninsulares, lo que no deja de ser un número asumible para la ciudad”.

Este estudio refleja que dentro de los distritos capitalinos la concentración se hace algo más evidente en La Salud-La Salle y Centro-Colinas, aunque se detecta un importante crecimiento en el Suroeste.

Esta investigación alude a que la atracción que genera la ciudad se basa en la concentración de riqueza y las oportunidades que ofrece el mercado laboral, fundamentalmente en el sector servicios y en la construcción.

Según Vicente Zapata, “el perfil indica que se trata de una inmigración fundamentalmente joven, dinámica y que viene a trabajar”. A esto habría que añadir que es en la zona metropolitana donde se concentran la mayor parte de los recursos sociales para este colectivo en la Isla.

Las principales conclusiones destacan que el municipio es uno de los principales espacios de atracción de Canarias, tanto por el número de inmigrantes que se han establecido definitivamente como por las tendencias actuales del fenómeno migratorio, lo que unido a la falta de grandes conflictos convierte a la capital en el espacio idóneo para liderar una iniciativa en la que se fortalezcan la planificación y la gestión del fenómeno migratorio aprovechando las estructuras y los instrumentos ya existentes y que, a veces, están descoordinados.

Las islas han sido un referente en lo que a solidaridad y atención a los inmigrantes se refiere, pero comienzan a verse algunos temores. En este sentido el director del Obiten señaló que “es normal. Al fin y al cabo, ahora, cuando acuden a algunos servicios, ven a un público nuevo y diferente, y pudiera parecer que sólo se benefician de los recursos, pero también hay que pensar que están contribuyendo de una forma clara a que se mantengan”.

No obstante, Zapata aclaró que “la población tiene una actitud muy positiva con respecto al fenómeno migratorio, y si ha cambiado en algunos casos se debe más a agentes externos como los medios de comunicación social o los gestores políticos que malinterpretan o tergiversan el conocimiento que tienen sobre este tema”.

Tratamiento político.- La inmigración se convierte en un tema conflictivo entre los partidos políticos, que se acusan entre sí de usarlo con fines electorales. A este respecto Vicente Zapata aseguró que “cada vez que se acercan unas elecciones se convierte en un tema muy importante, pero considero que se debería hacer menos política con la inmigración y más planificación y gestión”, a lo que añadió que “esto no es nada nuevo, y es en estos momentos cuando salen a la luz otra vez temas como la capacidad de carga, la Ley de Residencia y demás”.

A su juicio, “los políticos deberían hablar más en el Parlamento y menos en los medios de comunicación, y tratar de alcanzar una serie de consensos mínimos para trabajar conjuntamente en este tema, dando así el mensaje de que este es un tema que en vez de separarnos nos une”.