CARTAS

Justicia para una madre inmigrante

Diario Vasco, 17-11-2006

Paloma Ortiz de Zárate (San Sebastián)

Leo en DV que se va a expulsar a una ecuatoriana en situación ilegal por haber abandonado supuestamente a su hijo recién nacido en una iglesia de Logroño. Me pongo en su lugar y se me parte el corazón, además de indignarme ante la posible expulsión. En esta madre ha primado el bien del hijo sobre el suyo propio, al entregar al niño limpito, sano y alimentado, acompañado de la documentación del hospital en el que aparece la identidad de la madre, arriesgando así su permanencia en España. El Estado responde a su valentía expulsándola del país como a un vulgar delincuente y separándola de su hijo. Está claro que si esta mujer hubiera acudido a un centro de Orientación Familiar meses antes, el Estado le hubiera resuelto el problema gratuitamente sin preguntar nada, provocándole un aborto, deshaciéndose del niño y por tanto del problema. Pero la valiente madre ha seguido adelante con su embarazo y después de tener al «problema» en sus brazos, ha optado por entregarlo para procurarle una vida mejor. Terrible moraleja: Si actúas con conciencia recta tendrás problemas. «Abandona a tu hijo sin dejar rastro o mejor deshazte de él antes de que nazca». Qué lección de humanidad nos da esta valiente madre sin papeles y qué poco importa a los poderes públicos el que las madres embarazadas con problemas puedan llevar a cabo su vocación maternal.

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