Una polémica por racismo marca la elección del candidato de los socialistas galos

Un destacado partidario de la aspirante favorita, Ségolène Royal, lamenta que casi todos los futbolistas de la selección francesa sean negros

Diario Sur, 17-11-2006

FERNANDO ITURRIBARRÍA/CORRESPONSAL. PARÍS

Una fuerte polémica por unas declaraciones tildadas de racistas por parte de Georges Frêche, el ‘barón rosa’ del Rosellón, animaron ayer la jornada electoral en las primarias del Partido Socialista francés (PS) para designar a su candidato a las presidenciales de la próxima primavera. Los tres aspirantes – la renovadora y gran favorita Ségolène Royal, el socialdemócrata Dominique Strauss – Kahn y el neoizquierdista Laurent Fabius – votaron en sus respectivos feudos rodeados por simpatizantes. «Este país me da vergüenza. Dentro de poco habrá once negros», pregonaba Frêche por la mañana en las páginas del diario ‘Midi Libre’ en referencia a la selección nacional de fútbol.

El presidente socialista de la región Languedoc – Rosellón, lamentaba que hubiera «nueve negros» en la alineación cuando «lo normal sería que hubiese tres o cuatro». A su juicio, eso ocurre porque «los blancos son muy malos» y provoca que el equipo no sea «un reflejo» de la sociedad.

Estas palabras, dignas del líder ultraderechista Jean Marie Le Pen, provocaron un inmenso revuelo en todos los círculos políticos, a empezar por las filas socialistas. Hasta el presidente Jacques Chirac saltó a la palestra, nada más regresar de la cumbre hispano – francesa en Gerona, para condenar «con la máxima firmeza» las declaraciones y recordar que «la República Francesa garantiza la igualdad de sus ciudadanos, sin distinción de origen o religión».

En la contienda electoral interna, la polémica abrió un inesperado ángulo de ataque a Ségolène Royal, cuyo comité de apoyo en Rosellón está presidido por Frêche. Personaje atípico con fama de no morderse la lengua, el presidente de esa región meridional está suspendido de pertenencia a las altas instancias dirigentes del PS por haber calificado recientemente de «cornudos e infrahombres» a los argelinos que combatieron en las filas del Ejército francés durante la guerra de independencia de la antigua colonia norteafricana.

Reacciones furibundas

Las reacciones más furibundas emanaron del bando de Fabius, desde donde se sacó tarjeta roja al controvertido camarada por su «cantinela racista que ensucia» al PS. El senador Jean Luc Mélenchon, uno de los más sólidos apoyos en el ala izquierda del partido al ex primer ministro de François Mitterrand, emplazó a Royal a distanciarse «clara y políticamente» de ese acto de «reincidencia racista».

«Es el momento de dar la prueba de lo que quiere decir la renovación de la política y la República del respeto que reivindica», aseveró. Frêche estaba en el disparadero de las suspicacias fabiusistas desde que se vanaglorió, a finales de setiembre, de que su federación iba a aportar el 85% de los votos a su campeona.

El martes el propio Fabius había expresado dudas sobre la regularidad del escrutinio en las zonas sureñas bajo control de su lenguaraz adversario. Ayer mandó notarios a las mesas electorales para constatar supuestas irregularidades. Para disipar posibles impugnaciones, el primer secretario del PS, François Hollande, puntualizó que sólo el director de su gabinete, Stéphane Le Foll, estaba habilitado para dar los resultados oficiales, que eran esperados para la pasada madrugada. Hollande, que es el padre de los cuatro hijos de Royal, juzgó inaceptables las palabras de Frêche y le conminó a dar una explicación plausible. Sin llegar a retractarse ni pedir disculpas, el barón de Rosellón dijo que había sido malinterpretado y recordó que siempre ha combatido el racismo.

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