Las calles del casco antiguo se llenaron ayer de decenas de ametralladoras y policías uniformados en una espectacular redada contra la prostitución ilegal que se saldó con al menos 110 detenidos, muchos de los cuales son proxenetas rumanos.

Más de un centenar de detenidos y cerca de una treintena de entradas y registros de domicilios es el resultado de una macrorredada policial contra la prostitución ilegal que se desarrolló durante el día de ayer en el distrito de Ciutat Vella de Barcelona. Anoche la operación continuaba abierta y no se descartaba que se produjeran nuevas detenciones.

Según explicaron fuentes policiales, el operativo, llevado a cabo por efectivos del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y la Guardia Urbana con la ayuda de los Mossos d’Esquadra, pretendía desarticular una red internacional de proxenetas. La mayor parte de los arrestados son de origen rumano y las investigaciones se iniciaron hace unos cuatro meses, según explicaron las citadas fuentes.

La mayoría de viviendas registradas se encuentran en la zona de la Ronda de Sant Antoni, donde durante las últimas semanas los vecinos habían denunciado un rebrote de la prostitución en las calles. El pasado lunes se celebró incluso una manifestación en contra de estas prácticas. Denunciaron que las chicas eran muy jóvenes y que no se aplica la ordenanza sobre civismo, impulsada por el Ayuntamiento de Barcelona y que entró en vigor el pasado mes de enero. Dicha normativa restringe la prostitución en la calle.

A primera hora de la mañana de ayer, decenas de efectivos del Cuerpo Nacional de Policía – incluidos miembros de los Grupo de Operaciones Especiales – y la Guardia Urbana, con la colaboración de los Mossos d’Esquadra, se trasladaron hasta la Ronda Sant Antoni y empezaron a realizar registros de domicilios y a practicar detenciones. Una vecina explicó ayer que «los policías llenaban furgonetas con chicas y hombres».

Los policías, armados con mazos, derribaron las puertas de varios pisos en zonas en las que viven mayoritariamente inmigrantes y personas de bajo nivel económico. La zona comprendida entre la plaza Dels Angels, la Ronda Sant Antoni y la Rambla del Raval era un ir y venir de policías que trasladaban a detenidos esposados ante la atenta mirada de los vecinos.

Una decena de personas fueron arrestadas en un piso de la calle Botella, otras tres en la calle salvador, cinco más en una vivienda de Peu de la Creu, tres más en la calle de La Cera, cinco en la calle Ferlandina, y siete en el número 28 de la calle Luna.

Tras los registros, los policías salían de las viviendas – en las que se ejercía la prostitución de forma ilegal después de que las chicas contactaran en la calle con los clientes – con bolsas llenas cargadas de objetos. El material incautado estaba anoche siendo analizado por los agentes.

Fuentes policiales aseguraron ayer que fue necesaria la intervención de las unidades especiales porque temían que los delincuentes tuvieran armas en los domicilios. No obstante, las mismas fuentes precisaron que no se produjeron «incidentes reseñables» durante los arrestos.

La Jefatura Superior de Policía de Cataluña emitió anoche un comunicado en el que informó de que hasta ayer tarde se practicaron 110 detenciones, la mayoría de personas de origen rumano, y se registraron 24 domicilios. No obstante, la operación sigue abierta.

Uno de los registros se llevó a cabo en la calle Hort de la Bomba, situada junto a la plaza Josep Maria Folch i Torres, en la Ronda Sant Pau, donde había un importante dispositivo policial formado por efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, algunos de paisano, mossos y miembros de la Guardia Urbana.

El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, explicó ayer que la redada está relacionada con las «redes de prostitución». El primer edil aprovechó para mostrarse favorable a elaborar una ley «en la que se pudiese prohibir la prostitución en la calle para poder erradicar esta práctica». «Me parece bien que los vecinos puedan protestar porque les molesta la prostitución en la calle. La gente se queja y defiende un modelo de ciudad como el que nosotros queremos», añadió el alcalde.

Por su parte, el concejal de Seguridad y Movilidad del Ayunmiento, Ferran Julián, explicó que el operativo policial «se inició ya hace meses» después de que la Guardia Urbana detectara la presencia de redes que coaccionaban y molestaban a las prostitutas del barrio del Raval.

Según explicó Julián, la Guardia Urbana pidió ayuda al Cuerpo Nacional de Policía, puesto que tiene competencia en materia de extranjería y fijaron el día de ayer para poner en marcha el operativo. El concejal de Seguridad y Movilidad del Consistorio barcelonés no precisó el número de agentes que intervinieron en la macrorredada aunque precisó que un 50% de ellos eran del Cuerpo Nacional de Policía, un 30% de la Guardia Urbana y un 20% de los Mossos d’Esquadra, que únicamente realizaron tareas de apoyo y de control a las viviendas.