INFORME DE MONCLOA / El asesor de Zapatero y candidato a la Alcaldía de Madrid ve «razonable» que puedan seguir entrando 200.000 inmigrantes cada año / Atribuye a los extranjeros la mitad del superávit de 2005

Sebastián dice que en España cabemos 66 millones y ve bien 200.000 inmigrantes más al año

El Mundo, 16-11-2006

Argumenta que nuestro 11% todavía está muy lejos del 20% de extranjeros que tiene Australia La población de España puede llegar a los 66 millones de habitantes sin alcanzar una densidad descabellada y puede asumir la entrada controlada de 200.000 inmigrantes cada año. Ésta es la posición del director de la Oficina Económica en Moncloa, Miguel Sebastián, que presentó ayer su último informe antes de ser candidato del PSOE a la Alcaldía de Madrid. Sigue en


Sebastián se presentó ante los medios para explicar un informe titulado Inmigración y Economía Española: 1996 – 2006 elaborado por su departamento en el que describe los múltiples efectos positivos que, en su opinión, está suponiendo la entrada de extranjeros en España.


Frente a la creencia popular de que se están superando todos los límites de población ante la espectacular afluencia de extranjeros, Sebastián aseguró que «en España existe margen para aumentar población en un 50». Es decir, pasar de los 44 millones actuales a unos 66 millones. Se basó en que la densidad del país es todavía de sólo 83 ciudadanos por kilómetro cuadrado, frente a los 117,5 de la media de la Unión Europea. Y eso, siendo prudentes, porque el margen de incremento es aún mayor con respecto a países como Italia (197), Reino Unido (244,3) o Alemania (231,1).


La cuestión es si al incremento futuro de población debe seguir contribuyendo de forma decisiva la inmigración. El informe es favorable: «Pese a la evolución espectacular de la inmigración en los últimos años, sería erróneo pensar que España es ahora uno de los países con mayor proporción de inmigrantes entre su población». El texto resalta que España, con un 11% de población extranjera, según la ONU, es apenas el undécimo país entre los más desarrollados en esta situación. «La proporción de inmigrantes de España está alejada de la que mantienen países como Australia (20,3%) o Canadá (18,9%)».


Sebastián presentó ayer el documento en un acto organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) y no explicó las razones de por qué lo presentaba ahora. Por un lado, es cierto que Sebastián precisa proyección pública para lanzarse a intentar disputar la Alcaldía de Madrid a Alberto Ruiz – Gallardón. Pero, por otro, es un momento en que el Gobierno está dando marcha atrás en la inmigración, prometiendo que no habrá más regularizaciones.


623 euros por español


El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, acompañó ayer a Sebastián en la rueda de prensa de dos horas que afrontó ayer a modo de despedida del cargo. En ella, el asesor económico de Zapatero, sí quiso aclarar que él no estaba propugnando una entrada masiva de inmigrantes.


Consideró «perfectamente razonable» que España asuma la entrada de 200.000 emigrantes más cada año para que la economía siga creciendo por encima del 3%. Este es aproximadamente el ritmo de los que entran legalmente actualmente, según los últimos datos ofrecidos por la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí.


También aclaró que la entrada de inmigrantes no puede ser igual en todas las comunidades autónomas, porque puso como ejemplo que en Madrid y los archipiélagos la presencia extranjera es ya elevada (por encima del 13%). En cambio, en Extremadura, Asturias y Galicia la inmigración sólo representa el 2,5% de la población. El economista trazó un cuadro muy positivo de la inmigración en España y atribuyó a este fenómeno que la economía vaya a crecer en 2006 «un 4%» – por encima de las previsiones oficiales – , lo que supone el decimotercer año consecutivo de expansión.


«El 30% del crecimiento del Producto Interior Bruto de la última década cabe ser asignado al proceso de inmigración, y este porcentaje se eleva hasta el 50% si el análisis se limita a los últimos cinco años». También es responsable en un tercio del aumento de renta per cápita de los españoles. Sebastián llegó a cifrar en 623 euros por español la aportación de la inmigración como media en los últimos 10 años.


El informe también quiere refutar la creencia de que la inmigración supone un alto coste para las arcas públicas. De momento, el Estado hace negocio, según las cifras de Sebastián, porque «los inmigrantes son contribuyentes netos». Aportan 23.402 millones de euros – ver gráfico – , mientras que sólo suponen un gasto de 18.618 millones de euros. Es destacable el peso de los inmigrantes en la recaudación de los impuestos especiales (alcohol, tabaco y carburantes).


El saldo global es positivo en 4.784 millones, es decir, «la mitad del superávit en las cuentas públicas alcanzados en 2005». El negocio es más claro en el sistema de pensiones. «En la actualidad, los inmigrantes cotizan a la Seguridad Social por 8.000 millones de euros y reciben pensiones por valor de 400 millones», señala el documento, aunque Sebastián admitió que este saldo no sólo se irá reduciendo sino que puede cambiar de signo dentro de dos décadas.


El único efecto negativo – «sin entrar en factores sociales o políticos» – detectado en el informe es que los inmigrantes han deteriorado la productividad española «al reducir la intensidad del capital», pero se muestra optimista a largo plazo.

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