El delegado del Gobierno, José Segura, achacó el descenso del número de africanos acogidos en los centros de retención de Canarias “a unas repatriaciones que han funcionado y sin precedentes en la UE”. Rechazó hablar de la posibilidad de clausurar algunos de esos centros provisionales, como el de Las Raíces.

EFE, Las Palmas

Los centros de inmigrantes de Canarias retenían ayer a 1.500 internos frente a los casi 14.000 que había hace dos meses, dijo ayer el delegado del Gobierno en el Archipiélago, José Segura, que achacó esa mejora a unas repatriaciones que “han funcionado” y “sin precedentes en la UE”.

“La realidad recordó es que hace dos meses teníamos en todos los centros de internamiento casi 14.000 personas, 800 y pico en La Gomera, casi 1.500 en El Hierro, 1.800 en la Comisaría de Tenerife Sur, 3.000 en Las Raíces, 1.400 en Hoya Fría, en El Matorral 1.200, es decir, casi 14.000 personas”.

Sin embargo, actualmente, “por ejemplo, en Barranco Seco tenemos 134, en La Isleta 199 y en Fuerteventura 478, con un nivel de ocupación del 37%” en el último.

Todavía es menor el grado de ocupación en La Isleta, del 14%, y también ha bajado en Barranco Seco, donde sigue siendo del 79%, no obstante, debido a las escasas plazas con que está dotado, menos de 200 frente a las más de 1.000 que hay en otros centros de internamiento de extranjeros de Canarias.

Segura quiso precisar que el descenso de la ocupación de esos centros ha sido similar en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, donde, como prueba de ello, explicó que sólo hay 157 internos en el centro de Hoya Fría y 227 en el de Las raíces.

Pese a ello, el delegado del Gobierno rechazó hablar de la posibilidad de clausurar algunos de esos centros que, como los de La Isleta, en Gran Canaria, y Las Raíces, en Tenerife, fueron abiertos con carácter provisional, a fin de responder a la situación de emergencia que originaron las avalanchas de inmigrantes africanos en grandes barcas que llegaban por cientos en primavera y verano.

Ante el rumor de ese posible cierre, la respuesta de Segura fue tajante: “en principio, no tengo ninguna predicción al respecto”.

“Lo que sí, vamos avanzado en una línea de mejorar los centros, para poder atender, con el nivel humanitario que requiere, cualquier imprevista situación de emergencia que pudiese producirse en un futuro”, agregó.

El delegado del Gobierno recalcó que, al tiempo, el Estado sigue trabajando en las medidas que contribuyan a frenar la llegada irregular de africanos que viajan por mar hacia Canarias.

“Espero que a finales de año las instalaciones del SIVE (Sistema Integral de Vigilancia Exterior) en Lanzarote empiecen a funcionar, con varios radares, equivalente a lo que se puso en la costa oriental de Fuerteventura”, anticipó en esa línea.

“Y espero que también, al menos en el primer trimestre del año próximo, funcionen las instalaciones de Gran Canaria”, apostilló el delegado del Gobierno en Canarias.