Tribunales

Los acusados de matar a un 'latin' niegan ser 'ñetas'

El Mundo, 15-11-2006

MARIA MONTES

Los imputados culpan de los hechos a dos jóvenes conocidos como ‘El Oso’ y ‘El Brian’ Los jóvenes acusados de matar a un Latin King en noviembre de 2004 negaron ayer durante sus declaraciones en la Audiencia Provincial su pertenencia a la banda Ñetas y su implicación en los hechos.


Según sus testimonios, los verdaderos autores del crimen fueron dos chicos – menores de edad en aquel momento – conocidos como El Oso y El Brian. Declaraciones que se contradicen con las de algunos de los testigos, que aseguran que los acusados, Juan Francisco J. M., alias Pepito, y Gabriel Eduardo P. J., tomaron parte en la agresión.


Los procesados, para los que la fiscal pide 22 años de cárcel, relataron que coincidieron en la discoteca Fantasy, pero que no fue hasta la salida del metro cuando se vieron y se juntaron con un grupo «grande» de gente. Los dos se quedaron atrás y vieron cómo el grupo echó a correr. En ese momento se dieron cuenta de que ocho o nueve personas estaban golpeando a un chico. Pepito aseguró que, pese a estar a varios metros de la pelea, se acercó hasta la víctima, J. R. A., en el momento en el que vio que «se estaban pasando». Justificó con esto que sus botas estuvieran manchadas de sangre.


Ambos coincidieron al acusar a El Oso y El Brian de los hechos. Eduardo Gabriel P. J. incluso afirmó que vio a El Brian acuchillando al fallecido. Pepito, por su parte, pidió que se tomara como prueba la grabación de la cámara de seguridad del metro, donde vieron a El Oso y El Brian limpiando el cuchillo y comentando las puñaladas que le había propinado cada uno. «¿Tú cuantas le has metido? Yo tres»; «Pues yo dos», señaló Pepito.


Después de la noche en la que ocurrió todo, el 14 de noviembre de 2004, los acusados pasaron varios días sin pasar por casa porque, según dicen, eran barrios frecuentados por los Latin Kings. Pepito comentó que después de lo ocurrido llamó a su novia y que la madre de ésta le indicó que los latin «me iban a matar».


Durante los primeros meses de prisión preventiva, Gabriel Eduardo P. J. necesitó protección. Tenía miedo de que los latin le confundieran con un ñeta y de que los propios ñetas le atacaran por «abrir la boca». Por esto, los dos acusados dieron unas primeras declaraciones en Comisaría que más adelante cambiaron.

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