"La inmigración en Canarias es sólo una anécdota en relación al conjunto de España"
El director del gabinete de la Presidencia del Gobierno señaló que la alarma creada en torno a la llegada masiva de cayucos a las islas "no responde a la realidad"
Canarias 7, 09-11-2006EFE
Málaga
El director del gabinete de la Presidencia del Gobierno, José Enrique Serrano, aseguró que la llegada de inmigrantes subsaharianos a Canarias “sólo ha sido una anécdota” en relación a todo el fenómeno migratorio que se vive en España.
Serrano, que asistió en Málaga a una mesa redonda sobre inmigración con motivo de la VI Semana Jurídica Malacitana, señaló que la alarma creada en torno a la llegada masiva de cayucos a las islas “no responde a la realidad”.
Afirmó que, aunque el principal país de origen de los flujos migratorios es Marruecos, por razones de proximidad, inmediatamente después van Ecuador y Colombia, “y en poco tiempo vendrán tantos o más de Bolivia debido a la degradada situación del país”.
Por esta razón, destacó que la cifra de ciudadanos subsaharianos en España es “irrelevante” y por tanto la llegada de estos inmigrantes “no es verdaderamente el problema”.
Serrano apostó por el refuerzo de la contratación en origen como solución frente al tráfico ilegal de personas y en este sentido señaló que la política desarrollada por el actual Gobierno “está consiguiendo embarcar a los países de origen” en esta iniciativa como ya ocurre en Marruecos, Mauritania, Senegal, Cabo Verde, Mali o Níger.
“El objetivo es que estos gobiernos se conviertan en los mejores agentes de control de los flujos”, declaró este alto cargo, quien recordó que hace aproximadamente un mes se adoptó el refuerzo de 45 consulados en América Latina y Africa para favorecer esta contratación en origen.
Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, que también estuvo presente en la mesa redonda, se mostró favorable a esta iniciativa como “instrumento de lucha contra las mafias”.
Méndez hizo un llamamiento a los responsables políticos para que aborden un “pacto de Estado” en relación a la inmigración, “asociado a un pacto social y coordinado con Europa”.
En este sentido, declaró que “un Gobierno por sí mismo no puede llevar a cabo esta ambiciosa tarea”, por lo que solicitó una “política migratoria integrada en toda Europa que incorpore el reconocimiento de la dimensión laboral de estos flujos y que tenga voluntad de perdurabilidad”.
(Puede haber caducado)