(Lugar: la voz | agencias)
El conserje del colegio de primaria Gumersindo Azcárate de León resultó ayer herido leve como consecuencia de los golpes que le propinaron dos personas ajenas al centro.


Según el informe policial, la agresión se produjo cuando el bedel trató de cumplir las normas e intentó que un alumno, de siete años, volviera a clase después del recreo. «El niño le tiro un zumo por encima y, sin ninguna intencionalidad, el portero quiso que el chaval volviera a clase. Entonces dos personas que pasaban por allí saltaron la valla y le pegaron», confirman fuentes policiales, que apuntaron la posibilidad de que los presuntos agresores fueran familia del alumno.


Hasta el lugar de los hechos se trasladó una dotación de la Policía Local que trasladó al conserje, de treinta años, hasta el Hospital de León. Una vez allí, después de que se le realizaran las pruebas pertinentes, se le dio de alta a las 14.30 horas. La víctima presentaba, según las mismas fuentes, pequeñas contusiones en cara y brazos, pero no de gravedad.


El concejal de Educación, Alfonso Ordóñez, lamentó «profundamente» que se haya producido un altercado de estas características «porque no conduce a nada» y anunció que se reunirá con la directora del centro en el día de hoy. «También quiero mantener un encuentro con la familia del niño para ver el nivel de tensión que hay, porque estas conductas generan miedo», matizó el edil. Esta escuela, en la que hay 65 niños matriculados es, según el responsable del área de Educación en el Ayuntamiento, un colegio en el que se está cuidando mucho la integración de los alumnos de etnia gitana. «Este recinto siempre ha tenido muy buena sintonía con todos los programas sociales», reconoció el edil, a la vez que matizó que el incidente pudo derivarse de los problemas con la que se encuentran los docentes para que sus alumnos se sometan a la disciplina escolar.


Además, el miembro del equipo de gobierno, aclaró que «hace una semana el alumno tuvo que quedarse en el centro esperando a que vinieran sus padres a buscarle, que tardaron un rato, y estuvo precisamente con la persona a la que hoy han pegado». También alabó el trabajo del ordenanza: «Siempre ha tenido muy buena relación con todos los niños».


Por su parte, el delegado de la Junta en León, Eduardo Fernández, se mostró consternado, aunque dijo que «no es un caso de violencia escolar». La institución autónoma, a pesar de que este centro no es de su competencia, «va a proporcionar al Ayuntamiento toda la ayuda que necesite». Según ha podido saber este periódico, el agredido está muy asustado y no ha querido hacer ninguna declaración a los medios de comunicación.