LUIS F. DURAN
El percance laboral con cuatro heridos, uno de ellos en estado muy grave, en las obras de reforma del cinturón madrileño provocó ayer una oleada de críticas de los sindicatos y la oposición, que achacan el suceso a las prisas por acabar. Los operarios admiten que doblan la jornada laboral El accidente múltiple de ayer en las obras de la M – 30, con cuatro heridos graves, uno de ellos en estado crítico, desató la indignación de los sindicatos y la oposición, que culparon del siniestro al afán del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, por acabar su proyecto estrella. Sólo quedan seis meses para las elecciones y según UGT y CCOO la reforma de la M – 30 se emprende a un ritmo vertiginoso y «a cualquier precio». El Ayuntamiento ya ha anunciado que espera terminar a finales de abril de 2007 los ocho tramos que aún ejecuta. El 60% de la reforma ya está acabada.

Los propios trabajadores, la mayoría inmigrantes, admitieron ayer que realizan turnos de hasta 16 horas de trabajo que están terminantemente prohibidas por convenio.

El Consistorio negó ayer rotundamente que se acometan las obras con prisas. «Una vez que los trabajos están en marcha no se puede correr», explicó Manuel Arnáiz, director general de Infraestructuras del Ayuntamiento de Madrid. «Sólo hubo prisas antes de comenzar la obra en los trámites burocráticos», agregó.

Sin embargo, para los empleados no hay tregua. Ni siquiera los fines de semana, según delatan. «Yo trabajo 16 horas seguidas de lunes a viernes. Y a veces también vengo los fines de semana», declaró ayer un empleado de nacionalidad ecuatoriana. «A diario las horas nos las pagan a siete euros. Los sábados a nueve euros y los domingos a 12». Admin, otro albañil magrebí, reconoció que la mayoría de empleados aceptan las horas extras por «obligación». «Si no estás aquí día y noche te cambian por otro. Esto es así de duro». Otro de los operarios comentó a pie de obra algo más grave. «Aquí hay gente que trabaja 18 horas, duerme un poco en la caseta y se vuelve a trabajar».

El secretario de Salud Laboral de UGT, Domingo Martínez, atribuyó el accidente a los «excesivos turnos de trabajo que se imponen por parte de las grandes constructoras». «Se está haciendo una chapuza en la M – 30 debido a la necesidad de acabar la obra a tiempo, por lo que ni se supervisan las obras, ni se cumplen los horarios de trabajo reglamentarios».

Desde la Federación de Construcción de CCOO en Madrid se exigió ayer a la Comunidad de Madrid que se realice un seguimiento de seguridad en todas las obras grandes que se estén llevando a cabo en Madrid, como las de la M – 30. El portavoz de la Federación de Construcción de CCOO en Madrid, Daniel Barragán, lamentó además que los trabajadores heridos estuviesen «subcontratados por dos empresas y que sus condiciones de seguridad fuesen muy precarias».

La portavoz municipal de Izquierda Unida (IU) de Madrid, Inés Sabanés, pidió al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz – Gallardón, que «deje de presumir tanto de que va a cumplir los plazos de la obra de la M – 30 y se dedique a garantizar la seguridad de los trabajadores». «Es absolutamente inadmisible y escandaloso que el cumplimiento de un objetivo electoral pase por encima de los derechos de los trabajadores, de sus horarios y de todo aquello que no tenga que ver con poder alardear luego con los invitados de lo mucho que se hace, aunque sea a costa de cualquier cosa», señaló.

Sabanés adelantó que IU «solicitará, como lo ha tenido que hacer por desgracia en otros accidentes mortales, un informe exhaustivo de las causas de este nuevo accidente y de las jornadas laborales que cumplen los empleados».

Oscar Iglesias, portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, exigió que un equipo de la Policía Municipal «inspeccione de manera urgente» todas las obras de la capital y «especialmente» las de la M – 30. También Rafael Simancas, portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, censuró el frenético ritmo de trabajo en la M – 30. «No podemos admitir que la seguridad de los trabajadores se subordine a las prisas por terminar las obras a tiempo, a fin de que inauguren en tiempo preelectoral. La seguridad de los trabajadores es un bien a preservar».

El alcalde, Ruiz – Gallardón, que se desplazó al lugar del accidente, explicó ayer que se ha puesto en marcha una investigación para conocer los motivos del accidente. «Las lluvias de los últimos días no han tenido nada que ver. No hay datos que indiquen que la seguridad de las obras haya fallado». Agregó que los trabajos de la M – 30 cuentan con «las máximas medidas de seguridad».

Asimismo el Ayuntamiento destacó ayer que el hecho de que la Inspección de Trabajo autorizará ayer la continuidad de las obras tras el accidente demuestra que «se cumplían todas las medidas de seguridad». «Se han hecho 100 losas de hormigón y no ha pasado nada. Lo de ayer fue un infortinuo», dijeron.