Efe Las Palmas de Gran Canaria

EL ESTADO ha recibido por mar en lo que va de año 35.481 inmigrantes. Una cantidad suficiente de personas para crear una «ciudad importante», afirmó ayer el jefe de la Unidad Central contra Redes de Inmigración, José Moreno, quien además detalló que se han detenido un total de 139.090 extranjeros por diversos de delitos.

Un apunte llamativo que ofreció Moreno en el ámbito relacionado con la lucha contra el tráfico de seres humanos es que las autoridades españolas observaron con «sorpresa» cómo los inmigrantes africanos cambiaron la patera por el cayuco para recorrer hasta mil kilómetros, lo que se tradujo en una recepción de 800 inmigrantes al día. De este modo, el archipiélago Canario pasó de contabilizar 220 barquillas con 4.731 inmigrantes en 2005 a alcanzar 520 embarcaciones con 28.890 personas en lo que va de año, lo que sumado a los 6.591 inmigrantes que cruzaron el Estrecho de Gibraltar, eleva la cifra a 35.481 personas frente a los 11.797 inmigrantes recibidos durante 2005. También utilizaron para llegar a las costas del Estado los barcos denominados "negreros, de los que este año se han detectado catorce, que se suman a «algunos» nodriza, yates y a polizones.

La falta de centros, el agotamiento de los funcionarios, los problemas para determinar sus nacionalidades, la falta de colaboración de los propios inmigrantes y de las autoridades consulares fueron algunos de los problemas derivados de la llegada masiva de “sin papeles”.

Las repatriaciones fueron también fueron también dificultosas. Mientras el año pasado se organizaron treinta y cinco vuelos para repatriar a 2.481 personas, este año se han realizado 130 para devolver a un total de 8.323 inmigrantes, la mayoría (4.870) de Senegal. A los que hay que sumar los vuelos que han salido de Melilla con un total de 4.353 marroquíes.

Pero al Estado también llegan inmigrantes desde Asia, Europa del Este y América, así como por tierra y aire; de hecho, según indicó Moreno, utilizan de forma «importante» las cartas de invitación de forma fraudulenta, pues se cursan a través de notarios pero los destinatarios no regresan a sus países tras un supuesto período vacacional. Junto al Colegio de Notarios, la Policía constató que en tres meses se cursaron 14.000 invitaciones a extranjeros, lo que se traduce en una entrada «masiva» de inmigrantes.

El número de colombianos, ecuatorianos y peruanos se ha reducido porque ahora necesitan visado. Sin embargo, se reciben «cientos» de bolivianos porque sólo precisan dicha carta.