JOSÉ CARLOS GARCÍA/CEUTA

Atender a un menor extranjero o a un inmigrante no cuesta precisamente lo mismo. La diferencia es de hasta 14 veces más. Al menos esto es lo que ocurre en Ceuta. Según revela un estudio realizado por el Partido Socialista, la Ciudad se está gastando unos 240 euros al día por cada menor, cuando una plaza en el CETI vale poco más de 17 euros.

Actualmente, la Administración local está viniendo a tutelar inferior a los 80 menores y en 2005 dedicó a su atención casi 2 millones de euros, 1,7 millones por el centro de La Esperanza y 231.000 euros por el piso tutelado.

El PSOE cree que esta «tremenda desproporción» del peso que tienen en las arcas públicas la atención de los extranjeros desvela «la forma de gobernar» del PP. Los socialistas creen que al Gobierno de Juan Vivas la gestión de esta competencia «se le ha ido de las manos», sobre todo por el elevado gasto de personal, y recomiendan al Ejecutivo que racionalice el gasto, en lugar de limitarse a pedir más dinero al Estado, lo que consideran una actitud «cínica».

El secretario el Movimientos Sociales del PSOE, Gonzalo Sanz, cree que los ceutíes están «pagando» la política de «favoritismo político» que llevó a cabo el PP con las cooperativas de trabajadores, que han acabado dibujando una plantilla excesiva. A ella se sumaron, como destaca Sanz, dos funcionarios de prisiones que han visto como sus sueldos se elevaban muy por encima de lo que marcaban las leyes presupuestarias.

El secretario de Movimiento Sociales de la ejecutiva socialista asegura que esta diferencia es «una prueba más» del «despilfarro» del que hace gala el Gobierno de Ceuta mientras su presidente «presume de todo lo contrario». Y es que la atención de un menor cuesta a la Ciudad hasta 6 veces más de lo que vale una plaza en la Residencia de Mayores.

Cinismo y negligencia

Aunque en un principio parece normal que la atención de los menores extranjeros sea más cara que la de los inmigrantes acogidos en el CETI por una cuestión de número, la diferencia, a juicio de Sanz, no se puede explicarse desde la lógica. «Si en el centro de La Esperanza hay 80 menores y en el CETI hay más de 500 es lógico que el gasto por persona sea más elevado en el primero de estos casos, pero no puede costar catorce veces más cuando, además, en el CETI se está dando a las personas acogidas una atención integral, con educación, formación, manutención, atención médica… Y si es así, algo falla», razonó Sanz.

Lo que «falla», en opinión del secretario de Movimiento Sociales del PSOE, es la gestión y «lo que sobra es la cara» del Gobierno. Sanz censuró el «cinismo» del Ejecutivo por pedir al Estado que haga un mayor esfuerzo económico para financiar la atención de menores extranjeros cuando no se preocupa por rebajar este gasto «desmesurado».

«El Gobierno carece de un proyecto político, cuando pide competencias no lo hace porque crea que un mayor nivel de autogobierno haga mejor o más fácil la vida a los ciudadanos, lo que quiere es dinero, como con el caso de los menores. El proyecto político del PP parece que es gastar más», manifestó Sanz.

El responsable de Movimientos Sociales del PSOE reclamó al consejero de Presidencia, José Luis Morales, que dé «una explicación detallada» de este «desfase» y pidió al Gobierno que no llame «déficit histórico» a la diferencia entre lo que se gasta la Ciudad en menores extranjeros y lo que recibe del Estado. «No es déficit, es una negligencia», zanjó.