“Profesora, si me denuncias, te rajo”

Una de las dos maestras agredidas en Elche por la madre de una niña se queja de la desprotección de los docentes y señala a las familias como las culpables de la violencia

Las Provincias, 05-11-2006

“Inculcas valores que caen en saco roto”, porque después el niño ve a su madre pegándole a una maestra. Entonces el alumno sólo aprende “la ley del ojo por ojo”. Una de las dos maestras atacadas por la madre de una niña en Elche lamenta la desprotección del docente. “Si me denuncias, te rajo”, dijo la agresora. Un juego entre dos menores acabó en golpes, amenazas y denuncias en los juzgados de Elche. La violencia en las aulas ha encendido las alarmas esta semana en la Comunitat, al conocerse dos casos muy graves: el de la ciudad ilicitana y la paliza a un profesor grabada por una alumna en Sant Vicent del Raspeig.

El caso de Elche comenzó el lunes día 23, cuando una niña de 4º de Primaria jugaba con otro niño. Se empujaron y la pequeña se hizo “una brecha en la cabeza”.

A los cuatro días, esa alumna “se lió a bofetadas” con el otro niño. La maestra que estaba al cuidado del recreo los separó. “Los niños se pidieron perdón y siguieron jugando sin más, cada uno por su lado”, relata una de las maestras agredidas en el colegio Casablanca de Elche.

Eso ocurrió el viernes 27. Ese mismo día, al parecer, la niña le contó a un hermano, de Primero de la ESO, que la maestra le había pegado. Los alumnos de Secundaria aún siguen en ese colegio en vez de haber sido trasladados a un instituto. Este familiar llamó con el móvil a su madre y a los pocos minutos se formó todo el problema.

Así relatan los hechos la primera de las maestras atacadas, que anima a sus compañeros a denunciar siempre, y su marido, docente del mismo colegio y testigo de la agresión.

Al menos dos agresoras

La madre de la niña de 4º de Primaria se presenta en el colegio acompañada por otras dos mujeres; una de las cuales, al parecer una hija mayor, llevaba un bebé brazos.

“A la primera que encontró fue a mi mujer, que ordenaba una fila de alumnos en un pasillo”. Como no les permitió acceder a las aulas, la madre y presunta agresora (a falta del juicio), la emprendió a empujones y pellizcos. “Me giré un momento y me dio un bofetón”, recuerda.

Mientras llegaba la policía, la madre y su hija mayor (la del bebé en brazos) llegaron a las aulas de Primaria y localizaron a la maestra que había separado a la niña de la riña con el otro alumno. “La cogieron entre las dos y empezaron a darle empujones, patadas y a amenazarla de muerte. La estaban agarrando y casi le quitaron la ropa”, explican.

Todo ocurrió delante de los niños de una clase de Primaria. Sus gritos alertaron a dos maestros que acudieron en auxilio de la agredida.

La familia de la agresora, de etnia gitana, “sabe quiénes somos y preferimos que no salgan los nombres”. La razón es muy clara: “Si me denuncias, te rajo”.

“Sentimos desprotección e impotencia. Te esfuerzas y les inculcas unos valores y después llega la madre y te pega. Así, el niño sólo aprende la ley del ojo por ojo”, subrayan.

La presunta agresora ya tenía antecedentes: “En el 2000 – 2001 ya empujó y le pegó a un maestro y el año pasado hizo más amenazas de muerte”. Y pese a esto, no se pudo evitar la doble agresión.

phuguet@lasprovincias.es

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