"Las familias quieren mantener a los mayores en casa, pero la falta de servicios les induce a ir a residencias"
Diario de Noticias, 05-11-2006pamplona. El mapa de los servicios sociales en Navarra que pinta Axola esconde un núcleo “neoliberal” con tintes de “beneficiencia”: servicios privatizados, potenciación de ayudas económicas y de las residencias con ánimo de lucro, y nuevas leyes como la foral de Servicios Sociales que no garantizan una atención de calidad “integral” a los diferentes colectivos, sino que reduce uno de los "pilares del bienestar " al ámbito de las personas dependientes. Asimismo, la nueva ley estatal de dependencia que, al quedar su regulación en manos de las comunidades autónomas, temen que se conviertan en una medida “populista” que únicamente permitirá que se extiendan las ayudas a otros sectores sociales.
SAD (Servicio de Atención Domiciliaria, con financiación local y foral) y ayudas económicas (las que presta directamente el Gobierno) son los recursos que disponen en estos momentos aquellas familias con dependientes en casa. Comptos ha cuestionado la falta de control sobre las segundas y los ayuntamientos han visto crecer los SAD pero no la financiación foral. ¿Qué opinan?
Las ayudas económicas se implantaron hace años como un tema residual y para complementar el servicio de atención directa, pero han ido creciendo mientras que no se ha desarrollado el servicio de atención a domicilio; porque es más fácil. El Plan Gerontológico (1996 – 2000) hablaba de potenciar las ayudas a domicilio en detrimento de las ayudas económicas. La cobertura del SAD en Navarra debía ser del 5% y la mayoría no llega y las ayudas debían ser el 1% y es mucho más. Hemos criticado la diferenciación entre los dos tipos de prestaciones porque la atención a domicilio es completa y, además, hasta ahora ha conducido a que las personas atendidas por el SAD estuvieran mejor que con las ayudas porque ese dinero nunca sabías si iba dirigido realmente a la contratación de una persona. Otro problema es que no se sigue el mismo criterio de valoración del autovalimiento para el SAD municipal, que lo valora el Ayuntamiento, y la ayuda económica del INBS. El 90% de los beneficiarios son personas mayores. Las ayudas no se saben para qué se van a utilizar; se da un dinero pero no se hace un seguimiento y, de hecho, conocemos muchos casos donde la prestación económica termina en manos de los familiares, en las cartillas de las personas usuarias, no atendiéndose las necesidades de atención. Hace ya una década, en 1996 se inició el plan de reordenación de la atención primaria, de los Servicios Sociales de Base, y que incluía programas, entre ellos el SAD. Éste fue avalado por el Gobierno pero a la fecha de hoy no se han desarrollado. Se abogaba porque las prestaciones en relación a la atención domiciliaria fueran integrales: SAD, ayudas, más recursos técnicos – una grúa o una cama articulada – , etc. Y, simultáneamente, que hubiera centros de atención de día, más atención domiciliaria… Las ayudas económicas se planteaban como residuales y complementarias del SAD, pero nada se ha hecho.
¿Qué políticas se han priorizado desde el Gobierno en esta materia?
El panorama actual es que contamos con más residencias de personas mayores, un estancamiento de los servicios de atención a domicilio, crecimiento de ayudas económicas y un desarrollo espectacular del tema residencial. Se han llenado las residencias de Pamplona pero muchas de Navarra no se han cubierto porque se ha priorizado la concertación con las empresas privadas. Hay muy pocas residencias públicas y las que gestionan entidades con ánimo de lucro se han priorizado, incluso con concertaciones económicas mayores que las de sin ánimo de lucro. La plaza en una residencia de ánimo de lucro se pagaba menos que en la pública.
¿Qué prefieren las familias?
Mantener a la persona mayor en su casa y bien atendidos. Se ha favorecido todo lo contrario, que las personas hayan tenido que ir a una residencia en contra de su voluntad. Las personas terminan en una residencia por políticas de desviación.
¿Cómo se van a solapar las actuales ayudas y las previstas en la ley?
El Gobierno de Navarra ha hecho público que va a implantar un sistema de ayudas económicas a personas con problemas de dependencias, todo esto va a suponer que las existentes en la actualidad, las ayudas de atención domiciliaria de más de dos horas desaparecen y eso que son finalistas, al menos sobre el papel, es decir son para contratar a una persona, mientras que con la nueva normativa que se plantea sacar, no cumplirán ese requisito. Seguramente llegarán a capas sociales más amplias. Y si se extienden, estarán muy bien vistas. El que tiene capacidad económica podrá contratar un buen servicio y, el que no, seguirá sin estar atendido/a. Es propio de políticas neoliberales despreocuparse de las necesidades de las personas amparándose en la libertad de gestión de cada persona.
Sin embargo, el Gobierno de Navarra ha anunciado que invertirá 12 millones de euros…
La filosofía que criticamos es que con la adaptación de la ley estatal de dependencia nos da la sensación que en Navarra en lugar de potenciar los servicios se va a dar políticas basadas en transferencias de dinero. Cuando la Administración da dinero se desentiende de todo.
¿A quién benefician?
Nace una ley de la dependencia que quiere que todas las comunidades autónomas tengan los mismos servicios para atender a las personas con dependencias, pero resulta que deja en manos de las comunidades un montón de cosas como quién va a hacer la valoración, cómo las va a desarrollar; creíamos que iba a marcar mucho más. Llegará un dinero al Gobierno de Navarra y, como ya tiene centros de día y toda la cartera de servicios que se plantea, al final, en vez de crear más servicios se terminarán convirtiendo en más ayudas económicas y prestará los mismos servicios pero con financiación de Madrid. Ya se ha realizado el anuncio de que el Gobierno foral se adelantará al estatal invirtiendo doce millones en ayudas. En la actualidad en ayudas económicas ya se están gastando más de siete millones.
Pero se dice que son más de 6.000 personas en Navarra las posibles beneficiarias de esta ley.
Todavía no se ha confeccionado la normativa que va a regularlas. En este momento todas las personas que acudan a los servicios sociales no van a poder ser informadas porque no se sabe cómo se van a conceder esas ayudas económicas. Es pura propaganda. Se habla de 6.000 – 8.000 personas en Navarra pero no sabemos a qué familias se les va a dar y dónde se va a tramitar. Es como los complementos de las viudas que nunca habían querido y ahora sí. Hay que saber si este año va a haber aumento de partida presupuestarias a los ayuntamientos para potenciar los SAD, pero nos tememos que no.
¿Se presta un buen servicio de atención domiciliaria? Lo digo porque los ayuntamientos tienen problemas de financiación…
La calidad es buena pero insuficiente. El año pasado hubo más de cien personas en lista de espera. Donde no las hay, lo que se hace es reducir el tiempo de las personas que están en el servicio rebajando la atención. Los ayuntamientos con la financiación del Gobierno foral sólo pueden contratar un determinado número. Los ayuntamientos que han estado más sensibilizados han contratado a más profesionales que no han sido subvencionados. Ponen más dinero las entidades locales que el Instituto Navarro de Bienestar Social aunque en teoría es a partes iguales.
¿Que ha ocurrido con la contratación externa en Pamplona?
Los trabajadores familiares están bien formados, trabajan bien y están preparados. Además, la externalización en Navarra con empresas sólo ocurre en Pamplona (Amma) y algo en Barañáin, el resto se cubre con personal propio. El problema es que pagan muy poco y los colectivos que entran son inmigrantes fundamentalmente. Si se paga a 5,95 euros la hora en Pamplona, como ocurrió en Amma, ¿qué formación y profesionalización vas a pedir? La diferencia entre profesionales de ayuntamientos y de empresas ha sido grande, principalmente en Pamplona.
En una sociedad donde es difícil conciliar la vida familiar y laboral para muchas familias, con los actuales recursos públicos, ¿es complicado mantener a un dependiente?
Cuando hablamos de integrar hablamos de disponer servicios que se adapten a las necesidades que tenga cada familia. Ahora si tienes SAD no tienes ayuda económica y, si tienes ayuda, no puedes acceder a un centro de día porque son recursos incompatibles. A las ocho de la mañana una persona perfectamente podría ser levantada por personal del SAD y se le trasladaría al centro de día, a las cinco de la tarde se le recogería y así la familia que trabaja tiene una alternativa. Hay personas con pensiones muy bajas que no pueden ni encender la calefacción, y una ayuda complementaria harían que pudieran estar calientes en su casa.
La nueva ley foral de servicios sociales se encuentra en debate. Axola la rechaza. ¿Cuál es su denuncia?
El Gobierno indica que existen cuatro pilares en el estado de bienestar social: educación, sanidad, pensiones y, el cuarto, la dependencia, para nosotras chirría: siempre reivindicamos que son los servicios sociales. El tema de las dependencias es una parte, porque también se trabaja con otros colectivos: exclusión social, infancia, familia… En esta ley existe un reconocimiento de derechos y esto se ve como positivo pero se cree que se va a comer gran parte de los servicios sociales como es la exclusión social. La nueva ley foral dice que va a garantizar servicios pero no todos los que están ahora. Los servicios sociales de base, la renta básica, las ayudas de emergencia y lo que marque la ley estatal. No recoge los derechos de toda la población en materia de exclusión, no garantiza programas como mujer o inmigración, dice que la dejará a una cartera anual de servicios siempre que haya financiación.
¿Qué está ocurriendo con las residencias? Grandes centros, pocas plazas concertadas…
La mercantilización de las residencias suponen sacar el máximo beneficio a costo de los sueldos de los/as trabajadores/as y del número de ellos. No hay suficientes profesionales, a veces el fin de semana está la mitad de la plantilla. Se paga 700 euros a los auxiliares y el trabajo es muy duro, obligándoles en algunos casos a realizar atenciones personales (aseos en la cama) en doce minutos sin tener en cuenta lo que esto supone tanto para el profesional como para la persona. Los/as mayores entran en residencias y tiene que desembolsar grandes cantidades económicas; si tienes dinero o patrimonio lo pagas, y si no es el Gobierno el que se hace cargo.. Es un servicio que tiene carácter de beneficencia. Ha sido un negocio de las cajas de ahorro y con un objetivo que no es social. Al igual que están privatizados muchos servicios en Navarra.
¿Les asusta la privatización?
Como profesionales de atención directa, nos asusta. Es muy claro el caso de los servicios sociales: personas mayores, infancia en desprotección, discapacitados… El Gobierno privatiza, los trabajadores se encuentran en situaciones precarias y eso repercute en la calidad del servicio porque la gente se va y, al final, no son más baratos los servicios privatizados. No hay más que ver lo que ocurrió en Aspace. Otro ejemplo, en el SAD de Pamplona la hora de atención se pagaba a 17,5 a Amma mientras que el dinero que la empresa revertía a los trabajadores no llegaba a 7 – 8 euros. El resto es beneficio empresarial.
¿Para personas asistidas, cuál es su modelo de centros?
En otros países hay pequeños pisos, chalecitos más adaptados al entorno y que tienen el mismo coste que las residencias. Hay experiencias. Pisos tutelados, viviendas comunitarias donde conviven las personas mayores como familias (en Pamplona dos). Son recursos intermedios buenos, entre vivir en casa y las residencias.
Y se sigue relegando el cuidado de los mayores en las mujeres…
Los movimientos feministas la critican mucho. Los sindicatos hablan de creación de empleo, pero en precario…. Personas mayores de 80 años con problemas de dependencia es el principal colectivo. Si viven con las familias son éstas las que sufren la mayor parte de la atención con lo que esto supone de hipotecar sus vidas, sobre todo las mujeres. Debería haber programas de respiro, centros de noche por trastornos del sueño…
Las personas inmigrantes están ocupando un espacio importante en el cuidado de los mayores….
Una cosa es realizar las tareas domésticas y otra prestar una atención profesionalizada, de prevención, de promoción… saber movilizar a una persona. Es importante la preparación y pagar bien. Hay gente que está interna 24 horas y se les paga 600 – 700 euros al mes.
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