Una treintena de inmigrantes de origen subsahariano se amotinó anoche en un avión cuando aterrizó en el aeropuerto de Málaga, donde iban a recoger a otro grupo de extranjeros. Los policías de paisano que custodiaban el pasaje, ayudados por agentes de la Comisaría Provincial, redujeron a los amotinados para poder continuar el viaje.

La rebelión se produjo aproximadamente a las 20.00 horas, justo cuando el avión, procedente de Madrid, tomó tierra en Málaga. En él viajaban más de 30 extranjeros y otros tantos policías de paisano que se encargaban de custodiarlos.

Al parecer, los inmigrantes empezaron a comportarse de forma agresiva, probablemente con la esperanza de evitar su deportación, que presumieron al ver que el avión hacía escala en la Costa del Sol. Según las fuentes consultadas, los agentes tuvieron que reducirlos y tranquilizarlos.

En un hangar del aeródromo malagueño aguardaba otro grupo compuesto por una quincena de subsaharianos, igualmente custodiado por la Policía Nacional, que iba a viajar en el mismo avión, y que tuvo que esperar durante horas a pie de pista.

Obras en el aeródromo

Finalmente, hubo que aguardar a otro vuelo procedente de Madrid para trasladar a estos últimos a Las Palmas de Gran Canaria. Y el tiempo jugaba en contra. Las obras que se están ejecutando en el aeropuerto de Málaga obligan a cerrar las pistas a medianoche, por lo que tenían que subir antes de esa hora.

La salida del avión donde se desató el motín se demoró durante un par de horas, ya que la tripulación de la aeronave al parecer se negó a despegar hasta que se sofocasen los disturbios que se habían producido a bordo.

De hecho, la gravedad de la situación obligó a efectuar anoche un importante pero muy discreto despliegue en el aeropuerto con agentes del Grupo Operativo de Respuesta (GOR) y de la Unidad de Intervención Policial (UIP; antiguos antidisturbios).

Este tipo de vuelos entre la Península y Canarias son frecuentes. En los últimos días han despegado varios aviones desde distintas provincias andaluzas para trasladar extranjeros en situación irregular a los centros de internamiento de inmigrantes (CIES) del archipiélago.

Pero también a la inversa. Recientemente, sindicatos policiales denunciaron que cada día una media de 50 indocumentados aterriza en la Costa del Sol procedente de Canarias. Al parecer, esta situación se produce desde principios de verano.